tag:blogger.com,1999:blog-37827193653551936662024-03-06T05:51:34.972+01:00IRREFLEXIONES GASTROANÍMICASPensamientos y banalidades. Gratis.David B.http://www.blogger.com/profile/17669305930096135996noreply@blogger.comBlogger31125tag:blogger.com,1999:blog-3782719365355193666.post-21485855301568156392014-07-18T22:47:00.004+02:002014-07-18T22:47:33.468+02:00Conquista, colonización y feudalismo. Una aproximación.<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><i>Los Imperios se crean, perduran y se extinguen. (Anónimo)</i></span><br />
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<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">No hace demasiados días el mundo de la cerveza elaborada de forma artesanal se sublevó tras unas soprendentes declaraciones del Presidente de Damm en las que venía a denunciar que el sector estaba muy preocupado por los riesgos que se podían correr al consumir un producto elaborado en "garajes". Un gran ridículo del que se supone el hombre más poderoso del mundo cervecero en España en el que confundía la producción propia que un homebrewer o productor pudiera hacer en su casa para consumo propio con lo que se vende en los estantes de locales varios. No vamos a entrar en analizar esas palabras llenas de calculada ignorancia que sirven para asustar a pobres indecisos que se piensan si deben o no entrar en este mundillo artesanal tan diferente del que conocen. Se percibe el miedo en unas declaraciones sonrojantes que ya se han analizado y han tenido su contundente y evidente respuesta desde el sector. No es miedo por perder el Imperio, ni mucho menos, es miedo de que esta cultura de la cuestión del producto monopolístico empiece a calar en el público. Que la gente empiece a conocer cosas que hasta ahora desconoce. Que hay productos de mucha mejor calidad y sabor que esos mediterráneos astros de etiqueta roja. Como les comentaba en un artículo en <b>Zouk</b> el mercado de la artesana dificilmente pasará nunca de ser el 5-7% del total en las previsiones más optimistas (y húmedas) del sector. </span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Se denota nerviosismo ante un enemigo desconocido e inesperado. La respuesta podría haber sido la ignorancia pero se ataca. Pregúntense la causa. Como mínimo curioso. Sabemos que presuntamente el amigo Demetrio tiene ciertos problemas con algunos inspectores de Hacienda, pero desconocíamos que era un ignorante en cuanto al proceso necesario que debe seguir cualquier producto para poder ser vendido al público. </span><br />
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<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Pero todo este tema nos viene bien para comentar otras cosas al respecto de la marca estrellada por excelencia. Es pretenciosa porque pretende vendernos un buen producto que no es tal (incluso engañanando a los americanos como aquí nos engañan con Coronitas varias) y porque pretende quedar identificada con una especie de subcultura de la cool y lo hipster muy alejada realmente de su públido real que lejos de irse a calas de la Costa Brava a montar fiestas guapas languidece en cámpings de la Costa Dorada con total dignidad. Pero que no nos tomen por tontos. Lo peor de la marca estrellada es que cuando te inicias en el mundo de la cerveza normalmente cuando eres joven y de su mano por cuestiones monopolísticas, no te gusta su sabor. Y entonces decíamos aquello de "no me gusta la cerveza"; la realidad era que no nos gustaba ESA cerveza. Si me hubiesen dado con 17 años las cervezas que hoy puedo consumir les aseguro que jamás habría pronunciado semejante barbaridad. Extensible al resto de cervezas patrias, por supuesto.</span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Pero la razón de este pensamiento hoy es tratar el tema del monopolio. Del Imperio al Monopolio. De la libertad de mercado al dominio del mercado con aniquilación de la competencia a través de maniobras muy simpáticas y que pasan cuasi imperceptibles al ojo humano poco entrenado en estos menesteres. ¿De qué hablo? Del patrocinio de TODOS los eventos que se producen en el país y de las Rutas de Tapas en todas las localidades de Catalunya. Evidentemente todo muy legal pero que merece cierta crítica desde mi punto de vista. Un punto de vista interesado, por supuesto, pero para eso es el mío.</span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Corría un chiste tuitero por ahí que decía que "Estrella se inventa pueblos en Catalunya para poder hacer rutas de tapas", y no se aleja mucho de la realidad... Exageramos, por supuesto, pero el esfuerzo titánico de Estrella en patrocinar esas rutas guarda gato encerrado. En época de crisis salvaje los locales necesitan clientes. Y esos clientes llegan de la mano de Estrella, marca semimonopolio en Catalunya. Y Estrella te "compra" el alma. Te trae su cerveza y quién sabe qué bebidas más como distribuidora; te pone la terraza; te paga la terraza; te regala unas neveras; te pone en el mapa (incluso si eres un restaurante cool te lleva algún evento de social media para que te den visibilidad). Y tú das las gracias. Esto vuelve a ser extensible a todas las marcas cerveceras patrias ya que por desgracia no es exclusivo de una marca. A partir de ahí existes porque te debes a alguien y la sumisión ya te ha colonizado. El régimen feudal del S.XXI. Negocios que para existir deben dar las gracias al Señor. Ojo que no es metafórico. Lo he visto por ahí, en Instagram por ejemplo: gente que da las gracias a Damm por haberles cedido un espacio en tal o cual evento. Si no entras en el sistema, el sistema entra en ti. O cesas en la actividad sin el apoyo necesario. ¿Estás conmigo o contra mi?</span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Bares conquistados a base de migajas, colonizados por el Imperio. Convertidos en vasallos del Sistema. "Sí señor, aquí estamos para esa ruta, por favor promocionenla bien". Postura legítima de cada local, faltaría más, pero que nos debilita progresivamente como sociedad donde sólo perduran los fuertes y hegemónicos. Todos los bares pertenecen a una marca, a otra o a otra. ¿Cómo se llama cuando el mercado se lo reparten unos pocos y no dejan entrar a los demás? A base de su poder económico seducen a locales que necesitan que les echen esa mano. Imponen exclusividad en cuanto te despistas al firmar el contrato y estás fuera del mercado. Estás en la red. ¿No conocen esa historia del bar de Gràcia en Barcelona que al lado de un tirador de cerveza industrial puso uno de artesana? En unas horas fue llamado al orden y ese grifo de artesana desapareció para siempre. La propiedad, el contrato, el "nosotros te hemos creado, te dimos eso y aquello; no tienes libertad". Negocien lo que firmen, no acepten abusos.</span><br />
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<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">A estas rutas omnipresentes de tapas con estrella les llamo conquista y colonización. No creo exagerar. Ahora miren quién patrocina todos los grandes restaurantes de los alrededores. Qué personajes están en nómina. Qué medios están en nómina. Qué eventos en hoteles están en nómina. Qué espectáculos musicales están en nómina. Qué equipos de fútbol patrocinan. Cuántas y cuántas rutas en los bares de barrio están en nómina.</span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">La ilusa esperanza de no morir ante los imperios, de resistir cuales galos con su pócima (¿seguro que no era buena cerveza?). </span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">No es éste un alegato anticapitalista y antimarcas que todo lo pueden. Es un alegato antimonopolio del buen rollo. De forma simpática y mediterránea os vamos jodiendo el panorama. "¡Pero si no pasa nada!" Claro, no nos vamos a morir por esto. Pero igual hay gente que merece oportunidades y está muriendo aplastada por estas maquinarias malévolas. No dan opción a que nadie más pueda patrocinar nada. La competencia desaparece. Todos se gastan mucho dinero en aparecer en todos sitios, y los pequeños se ahogan. </span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Y eso es lo que buscaba esa declaración del <a href="http://vozpopuli.com/economia-y-finanzas/46620-carceller-damm-se-sentara-en-el-banquillo-bajo-acusaciones-de-blanqueo-y-delito-fiscal" target="_blank">presuntamente estafador Demetrio</a>.</span>David B.http://www.blogger.com/profile/17669305930096135996noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-3782719365355193666.post-18382848861801878572014-05-04T13:07:00.002+02:002014-05-04T20:06:38.802+02:00El negocio finito.<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Cuando los países como España crecen económicamente por encima de la media de los grandes países occidentales durante años y juegan la Champions de la Economía como sentenció Zapatero (construyendo en 2003 más pisos que Francia y Alemania juntos como profetizó Aznar) está claro que la crisis está al caer. Es una cuestión de lógica histórica y sentido común del que falta en demasiados casos. Creer que el crecimiento económico es infinito es propio de liberales del tres al cuarto que jamás leyeron a Adam Smith en sus fundamentos más básicos. En la calle existe un dicho que resume el mismo sentir sin tener que entrar en complejos términos macroeconómicos: todo lo que sube, baja.</span><br />
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<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">El problema real de que te pille una crisis es haber vivido como si nunca tuviese que llegar. "Será para los demás", "<a href="https://www.youtube.com/watch?v=eF007oIk-Fw" target="_blank">Jamás bajarán los precios de los pisos</a>", "Aquí no pasará como en Japón", "La crisis del 29 es diferente", y un largo etcétera de mantras de autoconvencimiento coelhianos que son el preludio de la catástrofe. Una catástrofe, digámoslo todo, que mucha gente sí percibió pero que fue convenientemente silenciada. El caso es que la crisis llega y queda el cómo se afronta la misma. Y el problema es que jamás hay plan B. Años de bonanza y bolsillos llenos sin grandes esfuerzos para demasiada gente. Pero se instala la duda y estás muerto. Nunca se hace autocrítica. Ya volverán las glorias del pasado, ya volverá el dinero, yo no tengo que cambiar, son ellos.</span><br />
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<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">El mundo de la gastronomía es un claro ejemplo de todo lo dicho anteriormente, a escala local y a escala macroeconómica. En esta última, la posible caída del turismo en números absolutos tendría unos efectos demoledores para un país que sigue viviendo en buena parte del sol y playa franquista hijo bastardo de los tecnócratas del Opus y de Fraga. Esa es la triste realidad del país. Vivir gracias a los demás, a que muchos extranjeros visitan una zona determinada del planeta porque hay mucho sol, mucha fiesta y precios baratos. No crean que todos vienen a ver a Gaudí, el Prado o el Guggenheim. Es la realidad. Pero no vamos a analizar esos efectos ni a reflexionar sobre el cómo hemos llegado a eso.<br />Simplemente es. Y lo vemos en nuestras ciudades llenas de turistas ávidos a consumir (algo). Y la gente aplaude como loca mientras no les toque sufrir las molestias de esos turistas folloneros de botellón, que haberlas, haylas. <br />Y entramos entonces en el plano de la economía local. Vivir gracias a una fama, a tener un intangible como los rayos de Sol o atracciones que ejercen un poder de atracción por sí mismas hace que demasiadas veces uno se acabe acostumbrando a vivir de rentas. Se acaba la motivación por mejorar, por gustar, por superarse. El dinero llega igual y el responsable se acomoda. Sólo tienen que ver el programa de Chicote cada semana y se dan una vuelta por su barrio. Locales que habían sido, ya no son. Sombras del pasado que persiguen atormentando al responsable que empieza a ver que ya no hace el mismo dinero que antes. "¿Qué pasa?" se pregunta. Es incapaz de ver que a veces no puede controlar los acontecimientos. Hay menos turistas y estás muerto, porque nunca te importó un carajo tu negocio, sólo lo que sacabas de él.</span><br />
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<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Pero no debería ser así aunque lo es. En algún momento creíste que los turistas jamás dejarían de venir, que el río de oro no se agotaría, pero sí lo hace. En algún momento dejaste de preocuparte por la clientela más cercana, la que nunca se va, la que siempre estará porque vive en tu barrio, pero te daba igual. Los acentos del norte de Europa y del Este te atraían más, aunque en realidad sólo era el dinero. Pensaste en orientar tu local hacia ellos, dando la espalda a lo que eres y a lo que tal vez te hizo o fuiste. El dinero te llamaba y creíste que era eterno e infinito como el Universo. Pero no. Los turistas dejaron de aparecer y pringabas. No podías contar con tu gente porque la repudiaste, la discriminaste, intentaste tratar a esa gente como al guiri al que le cuelas un lomo por un entrecot porque "no se entera tras dos jarras de sangría". Todos te conocíamos y conocemos a los que son igual que tu. No sois muchos pero sois. Cuando la crisis empezó por culpa de unas hipotecas vendidas a una pobre gente en los USA pensaste que eran unos pringaos. Que tú eras más listo. Que sirviendo porquería a los clientes nunca se iban a quejar o iban a dejar de venir. Es más, te importaba una mierda que se quejarán. Mañana vendrían otros a dejarte su dinero y tu ibas a seguir siendo feliz. Pero dejaron de venir por la crisis y miraste a la puta realidad cara a cara. Y no te gustó lo que viste: tu fracaso.</span><br />
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<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">No tener plan B es malo, pero hacer del plan A una mediocridad a largo plazo es un suicidio, como vemos y seguiremos viendo lamentablemente en los próximos años. <br />Tener un local en una población turística puede ser la hostia mientras esa población siga recibiendo turistas. Pero, ¿qué pasa cuando no vienen y se van a Croacia porque no has generado ningún plus o ningún valor añadido a tu localidad y simplemente has extendido la mediocridad? La gente no suele ser gilipollas aunque lo pueda parecer. Te quedas sin negocio y empobreces aún más tu entorno. Vivir de rentas es mediocre. Vivir de rentas es la mentalidad propia del hidalgo español del XVI y XVII. Vivir de rentas es lo que hizo de este país un país mediocre. Lo que tal vez seamos en demasiados casos. Unos miles de turistas menos son unos cuantos locales menos. Unos puestos de trabajo menos, unos cuantos dramas más. Esto vale para Sitges y puede que valga para Sant Sadurní d'Anoia. La gente va, le cuesta poco ir, pero si no van, el desierto de la mediocridad y el recuerdo de un pasado mejor que nunca dejó de ser efímero.</span><br />
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<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Cuando a alguien le interese dignificar un territorio turístico y vean que no cae en lo fácil, en lo que le va a traer ese dinero a costa de tantas cosas, apóyenla/o. La dignidad es futuro.<br /><br />El engaño, el timo, la estafa, debería ser pasado.</span><br />
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<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: x-small;"><i><br /></i></span>
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: x-small;"><i>PS: Post dedicado a Bruno, a Lluís y a otr@s chicos del montón, por conversaciones de sobremesa en los que se tratan temas como éstos. Porque nos preocupa ver cómo se destruye el tejido social en nombre del capitalismo más burdo, el del guiri y su sangría. Pan para hoy, hambre para mañana. </i></span>David B.http://www.blogger.com/profile/17669305930096135996noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3782719365355193666.post-42556078416309280992014-02-26T20:10:00.001+01:002014-02-26T20:10:08.475+01:00De lo relativo y el eterno viaje.<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Curiosa la forma de proceder que tenemos cuando estamos de viaje muy lejos de donde tenemos nuestro lavabo y nuestro wifi, que como todo el mundo sabe marcan de forma precisa aquello que denominamos hogar. Es digno de estudio ese comportamiento que muchas veces se aleja del que tenemos normalmente bajo la premisa de estar "en casa". La distancia, un nuevo entorno, el clima, la droja en la bebida de turno de un antro indeterminado o lo que sea, nos hace cambiar hábitos y ser normalmente mucho más tolerantes ante prácticas que en nuestra vida cotidiana no toleramos o toleraríamos. Existe claramente el factor novedad y el que nadie te conoce allí donde estuvieres, pero me apasiona cómo la gente puede llegar a cambiar dependiendo del ámbito geográfico en el que se mueve circunstancialmente.</span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Una introducción barroca para venir a decir que cuando viajamos hacemos cosas que luego en casa no hacemos o directamente criticamos. El exotismo del momento nos embriaga para después renegar de lo mismo una vez a salvo en casa.</span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Leía esta mañana una curiosa noticia acerca del MWC que estos días nos deja un montón de millones a todos los barceloneses. Millones que luego se invierten en menesteres necesarios tales como reformar el pavimento de Rambla Catalunya o reformar la zona más exclusiva de la Diagonal, que como todos ustedes saben son zonas deprimidas de la ciudad que requieren actuaciones permanentes que eviten situaciones sociales de riesgo. Pero éste no era el tema ahora. Decía que leía una noticia que venía a explicar añadiendo una prueba gráfica, el éxito del pollo a l'ast en la zona de comidas de tan magno evento. Un exitazo proporcional al más que seguro amor invertido en la elaboración del mismo por algún catering de, espero, alto standing. El pollo a l'ast como alimento existoso. A venerar. Mientras aquí ya hace muchos años lo arrinconamos a la comida del domingo y en hogares que buscan e intentan mantener una cierta tradición. Digo esto porque muchos de los que me están leyendo ya hace tiempo que no se comen un pollo a l'ast de los de verdad. Lo desterraron de su dieta en cuanto pudieron huir de aquel tugurio que consideraban casa de sus padres donde sí era una tradición. El pollo a l'ast como alimento desprestigiado entre la modernidad muy moderna, recordando a épocas en los que los intentos de golpes de estado eran de verdad y mamá nos vestía con jerseys manufacturados por ella o por la abuela.</span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Gente que reniega de ese pollo por ser un alimento sin prestigio y de domingueros. Igual que aborrecían el vermut y las olivas y no vamos a debatir ahora sobre su éxito. Lo que está claro es que el Tiempo del Pollo pasó hace lustros y no se ha acabado de recuperar. Unos irreductibles se resisten a abandonarlo y nos enorgullece. Por suerte sigue habiendo un mercado. Pero tal vez no el que hubiere antaño.</span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">¿Cómo conectamos la filípica pro-pollo con lo que les explicaba de los viajes al principio? Fácil. Hay mucha gente que cuando viaja es capaz de comer cosas que luego detesta en casa. Viajan a China y les encanta pasearse por mercados de comida callejera e incluso son capaces de deleitarse con esos patos que cuelgan de utensilios extraños y comerlos. Sí, qué buen pato a la Pekin (por no hablar de insectos variopintos. "Un día es un día, hay que aprender sus costumbres"). "Nos encantó". Luego les preguntas por el pollo a l'ast y te miran mal. "¿Pollo a l'ast? Eso es de cutres domingueros que hacen cola en un antro de mala muerte". Claro, comer pato por la calle es el clímax glamour. Van a Berlin y se comen una currywurst tamaño XL en una cajita de cartón, todo pringada con ketchup barato. Y más felices que nadie sintiéndose berliners. Étnicos prácticamente. Dile que vayan a comerse un frankfurt a Casa Vallès. "Comer frankfurts? Eso es de tirados..". Por no hablar de visitar Jemaa El Fna en Marrakech, por ejemplo y gozar. Luego en casa lo identificas con la comida de una feria de barrio y ni te acercas. "Eso es fritanga".</span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Los misterios de la antropología. Se rumorea que el Sapiens al encontrarse con el Neanderthal y salir a cazar juntos también adoptaba costumbres de los otros. Al volver decía a los demás que no, que aquellos eran unos brutos y que no pensaba reproducir lo que había visto allí con ellos. Snobs.</span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">En todo caso debe ser un efecto de ida y vuelta. Imaginen a todos esos turistas que llegan a la ciudad y hacen el panoli con esos zumos y vasos de plástico de fruta dudosa que compran en lugares como la Boqueria. En su casa tampoco lo harían. ¿Por qué debe pasar esto? Doble rasero. Imbecilidades mayúsculas. </span><br />
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<br />David B.http://www.blogger.com/profile/17669305930096135996noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-3782719365355193666.post-54629748456424971532013-12-24T12:44:00.000+01:002013-12-24T12:44:07.682+01:00En nombre del espectáculo y la libertad. Que les aproveche.<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">En nombre de la libertad se cometen atropellos indignos del nivel volver a la Edad Media en leyes como la del aborto. Una libertad esgrimida por cavernícolas que creen engañar a unos pocos de los suyos y alterar al resto que no es imbécil.</span><br />
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<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">En el caso de la sacrosanta televisión suele pasar muchas veces lo mismo. Se infecta con porquería toda la parrilla en nombre de la libertad de elección como si no hubiese ninguna responsabilidad en ello. Aquí nunca nadie es responsable, el mercado dicta las leyes y tú eliges qué hacer. Ficticia sensación de democracia o algo parecido, pero como cantaba Bruce Springsteen, 40 canales y no ponen una puta mierda. Yo no diría tanto, pero casi. </span></div>
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<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Que la vida es un show, que todo es un espectáculo y esas memeces ya lo sabemos de sobra y no voy a entrar a analizar eso. Que los programas de cocina en la TV son realities en los que la cocina es una mera excusa que podría ser intercambiada por fontaneros sin ningún problema también lo sabemos y ya no vale la pena luchar por ello. Pero lo de hoy es otra vuelta de tuerca al tema. Se acaba de estrenar MASTERCHEF JUNIOR. Qué bonito a priori.</span></div>
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<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Miren, un programa de niños para que sepan o muestren como cocinan o aprendan, me parece muy bien. Lo de anoche es de Juzgado de Guardia y de intervención de alguna autoridad si la hubiere en este país que ya no sé cuál es. Puro exhibicionismo del sufrimiento infantil y recreación en el mismo. No me vale que hayan estado dos horas antes mostrando unos valores determinados para que al final vayamos a recrearnos en el dolor y las lágrimas de unos pobres niños de 10 años. No, no y no. Si me quieres vender la moto del talent show, eso lo cortas o lo editas para que no salga así. Pero no, lo haces, lo muestras y te recreas. Eso no es de ser buena gente, pero tampoco voy a insultarles mucho más, ustedes mismos, son libres de dar apoyo a programas que causan este dolor en algunos niños. Pero conmigo que no cuenten. Del talent show al reality hay un paso, ¿pero con niños? ¿Es necesario? Los mismos que atacan a los americanos por casi todo luego los ponen de coartada cuando les interesa "es que allí también hay una edición con niños y no pasa nada". También pueden comprar armas en el súper pero eso no interesa decirlo. Cada país será como será y a mi me toca tragarme lo de aquí y hay cosas por las que no paso. Y hacer llorar a niños sometiéndolos a enfrentarse a un jurado como los mayores, pues es una hijoputada de alto calibre. Pero debo ser yo que trabajo con jóvenes el que tenga la piel muy final Ustedes pueden seguir riéndole las gracias a todos esos grandes chefs que se prestan a estas mamarrachadas impropias. Si es con mayores de edad, las víctimas sabrán. Pero con niños, es para denunciar a unos pocos.</span></div>
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<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Todo eso teniendo claro que los padres tienen su parte de responsabilidad, enviando a sus naves a luchar contra los elementos carroñeros de la TV. Ahora saldrá alguno que dirá que no le gustó lo que pasó y todo eso. Claro. Pues estás comercializando con el dolor de tu hijo con la esperanza de que te haga rico, no jodamos. Aquí todo el mundo sabe a lo que va. Tú, como padre/madre, deberías saber a qué estás dispuesto. Que los niños tienen que llevarse disgustos en la vida es obvio. Pero no hace falta que otros vendan ese dolor íntimo. </span></div>
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<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Lo que no entiendo es que se llegue a defender el formato con el argumento de que "otros niños en el mundo están peor y habría que fijarse más en ellos y no en estos". Eso pasó anoche también. Una gran noche para la infamia. Como dije, podríamos pensar en hacer programas con niños en los que les tiramos piedras y luego decir que en otros sitios están peor porque hay guerras. Menudo argumento cutre. Si ése es el nivel, no hay más que decir, sigan viendo como cocinan unos chavales para poder meterles luego un palo y se pongan a llorar y crear empatía y decir "qué monos los niños". Desalmados.</span></div>
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<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Por otra parte y para acabar, un par de apuntes más sobre el formato. El primero, el horario. Un programa con niños, supuestamente para niños y que acaba a la 1 de la madrugada. Todo muy lógico. En la lógica Campofrío preconstitucional del carácter español. Tremendo. Ni que sean vacaciones para ellos. El programa va a tener al menos dos ediciones fuera de estos días de asueto. ¿Se va a pasar a horario de sábado por la tarde? Un aplauso para los programas familiares que inculcan buenos hábitos a los niños entre las 22:30 y la 1 am. Seguro que los niños se van a hartar de hablar del programa en el patio del colegio, claro que sí. Ya pasaba cuando el Conciertazo era un fenómeno. Hordas de niños peleándose por si se era más de Verdi o de Wagner. Algunos no han pisado un patio de colegio hace décadas y se nota.</span></div>
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<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Y segundo, sobre buenos hábitos y modelos positivos, invitar a Mario Vaquerizo es un total acierto para que los niños se vuelvan gilipollas del todo. Luego algunos se extrañará lo que vende Belén Esteban y las colas en sus firmas de libros. Esta puta cultura Mediaset-MTV que todo lo inunda y todo lo arrasa. Referentes infantiles como Mario Vaquerizo que no tiene ni idea de comer y que da la impresión (no puedo asegurarlo) que vaya borracho todo el día a base de cervezas. Una gran persona, seguro que sí, pero no. Alaska en los 80, vale. Él, no vale.</span></div>
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<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Y así van pasando los años. Niños carne de reality que alternan con gente como Mario Vaquerizo en un programa de cocina (!!!) a las tantas de la madrugada. Pero son libres y pueden verlo. Yo por si acaso voy a pasar. Porque tengo cierta conciencia y una piel muy fina y porque no me hace falta pelotear a todos los chefs del país y decirles lo bien que lo hacen todo. </span></div>
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<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Ahí se quedan con su libertad y que les cundan estas lágrimas, como espectadores, padres o lo que quieran. <i>(Siempre pueden pensar que en Siria hay niños que lo pasan peor y no tener mala conciencia porque esto es un show)</i></span></div>
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<span class="hddn" itemprop="name" style="display: none;">MasterChef Junior - Carlos, Noa, Remei y Rodrigo son los primeros expulsados</span><object data="http://swf.rtve.es/swf/4.2.18/RTVEPlayerVideo.swf" height="239" id="" type="application/x-shockwave-flash" width="425"><param name="movie" value="http://swf.rtve.es/swf/4.2.18/RTVEPlayerVideo.swf"/><param name="allowScriptAccess" value="always"><param name="allowFullScreen" value="true"><param name="bgcolor" value="#000000"><param name="flashvars" value="assetID=2253848_es_videos&location=embed_videos"><!-- solo video--><param name="wmode" value="opaque"><param name="quality" value="high"><a href="http://www.rtve.es/alacarta/videos/masterchef-junior/masterchef-junior-carlos-noa-remei-rodrigo-son-primeros-expulsados/2253848/" itemprop="url"><span class="videoplay"><strong>Ver vídeo</strong></span><img width="425" src="http://img.irtve.es/imagenes/primeros-expulsados/1387831177177.jpg" alt="MasterChef Junior - Carlos, Noa, Remei y Rodrigo son los primeros expulsados" title="MasterChef Junior - Carlos, Noa, Remei y Rodrigo son los primeros expulsados" itemprop="Image" class="jsResizeImage" /></a></object></div>
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David B.http://www.blogger.com/profile/17669305930096135996noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-3782719365355193666.post-45272788520459809432013-12-15T19:40:00.001+01:002013-12-15T19:40:38.203+01:00De las consecuencias y la responsabilidad de nuestros actos.<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">No voy a descubrirles hoy el futuro apocalíptico que nos espera tras este presente de miserias y pérdida de derechos de todo tipo. No es este un blog de debate económico ni esperen sesudos análisis propios del WST. Pero el otro día un dato que ya hemos tratado por aquí en alguna ocasión se nos reveló en un espléndido artículo de <a href="http://www.lavanguardia.com/vida/20131208/54395282701/nueva-york-historia-de-dos-hamburguesas.html" target="_blank">La Vanguardia</a> y además se combinaba con una de nuestras pasiones: la hamburguesa.</span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Ya lo hemos dicho más de una vez y lo volvemos a repetir, pagar 8€ por una hamburguesa puede ser no solo lógico sino también beneficioso para nuestra sociedad. Vamos a explicarnos.</span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">En el clarividente artículo del que les hablaba anteriormente se explica con datos lo esbozado hace semanas en este mismo blog, y con la metáfora que aquí escogimos como ejemplo para lo mismo. ¿Qué consecuencias tiene consumir en McDonald's y no pagar la calidad que se puede conseguir pagando algo más? O, ¿cómo puede hacer McDonald's para ofrecer comida (...) al precio que lo hace?</span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">El low cost significa low quality y low rights. Pagar poco por algo significa estar pagando poco a alguien que manufactura ese algo. Hablando claro, si estás pagando una mierda por mierda, alguien está cobrando una mierda. Así funciona el juego y el que no quiera jugar que deje de consumir de forma irresponsable. Consumir es la única acción democrática real que tenemos. Es otra idea de la que suelo hablarles. Cuando votar es una estafa porque los partidos políticos no cumplen lo que prometen y vivimos en una economía basada en el consumo masivo porque consumo es producción y producción es trabajo y trabajo es consumo, consumir de forma responsable es un acto revolucionario y de auténtica libertad.</span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Nos acostumbran al low cost y luego los precios dignos que pueden recaer en sueldos dignos nos parecen una estafa. Y ya hemos perdido.</span><br />
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<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">El artículo de LV habla de jornadas de cerca de 40 horas en el sector del fast (junk) food a cambio de sueldos de 200€. En Manhattan. Imagino suponen que con esos ingresos es difícil poder vivir dignamente. Abocados a beneficiencia. Y a consumir lo que les llega con ese sueldo: su propia comida basura a 2€. Es decir, el negocio perfecto para esos "emprendedores" de la comida basura. Pagas una mierda para poder hacer que esos mismos trabajadores puedan consumir esa mierda y no otra cosa. Y a ganar dinero. Sin implicaciones éticas, ni morales ni de dignidad. La sociedad low cost. Sueldos y condiciones laborales a la par de los precios de basura envasada. Consecuencias, responsabilidad.</span><br />
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<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Pero estos datos de jornadas laborales y sueldos no son lo único escandaloso en el artículo. El 97% de los puestos de trabajo creados en el Estado de New York, capital Albany, desde 2007 inicio de la crisis han sido en el sector de la comida rápida. Eliminación de la clase media, lowcostización de la economía, miseria para los trabajadores y recuperación de beneficios para Wall Street. Desigualdad social in crescendo y todos contentos porque tenemos trabajo. El crimen perfecto de nuevo. Puestos de trabajo para mucha gente, ¿pero en qué condiciones? Pero es peor no tenerlo, nos convencen, lógicamente. Así que se impone el modelo. Llámenlo McDonald's o Eurovegas. El chantaje de la inversión que se pierde. "Son beneficios para todos", dicen. Pero no me lo creo. Para algunos seguro. Para todos, jamás. Y se juega con esto continuamente. Si no te tragas el argumento oficialista, estás en contra de tu país, comunidad o ayuntamiento y eres un radical anarquista o similar. Pues lo voy a ser. El trabajo ha de ser digno y ha de comportar un sueldo digno. Y si para eso hay que pagar precios más altos, hagámonos a la idea. No nos queramos ver trabajando por 200 euros-40 horas en nombre del progreso y de la suerte que tenemos de tener un trabajo. Esto no debería funcionar así. Dickens lo denunció hace unos pocos años y no queremos volver a eso. No queremos ser ese Monsieur le Maire impostor porque mucha gente luchó por su dignidad y murió por ella como para que nosotros perdamos nuestros derechos sin ni tan solo cuestionar esta lowcostización que tiene como consecuencia la pérdida de derechos de la clase trabajadora y la miseria de millones de personas. La hamburguesa como síntoma de un proceso global y una forma de producir.</span><br />
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<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Ya viene otro rojo radical con el sermón de siempre. Puede ser. Pero cuando vayan a McD o a Zara piensen en la gente que trabaja por cuatro duros para que podamos beneficiarnos de precios bajos. ¿O se piensan que las empresas pierden dinero marcando precios bajos? Claro. Pobres corporaciones de millones de trabajadores que sufren los ataques de dignidad de cuatro renegados.</span><br />
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<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">El grito en el cielo, pagar 8€ por una hamburguesa. Deberíamos hacerlo todos si es un precio justo. Pensemos en la gente detrás de esa hamburguesa, en el productor, en el cocinero, en el empresario que paga sueldos justos a sus trabajadores y en la calidad del producto. Esto no es pagar precios altos por cualquier cosa. Esto es pagar justamente y volver a pagar lo que toca por productos de calidad y gente con derechos. </span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">No más explotación ni aquí ni en Bangladesh ni en Manhattan. Cambiemos, por favor. Cambiemos. Ejerzamos nuestra responsabilidad como consumidores y pensemos en los beneficios de nuestras acciones y en los perjuicios de los mismos. Nos va a salir más caro, pero es lo correcto. Aunque igual no es caro, es justo.</span><br />
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<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Para acabar, dos cosas: la primera, poder condicionar el permiso a un local de comida rápida a que pague salarios dignos (veríamos qué es eso) como quieren hacer los nuevos dirigentes de NYC puede ser un inicio. Y como ellos mismos dicen, si a los ricos no les gusta, que se vayan y así bajará el precio del suelo. Y segundo, recuerden que no consideramos ni comida ni rápida a eso que llaman fast food. Puro plástico a precio de oro. Y que encima no repercute en beneficio de ningún sueldo más que en el del CEO de la empresa.</span><br />
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<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Al infierno y sin cenar. Más Comercio Justo y salarios dignos y menos engañar a los niños con Happy Meals que son puro terrorismo gastronómico y laboral. </span><br />
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<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">La democracia es poder consumir lo que queramos. A eso hemos llegado. Así que háganlo de forma responsable.</span>David B.http://www.blogger.com/profile/17669305930096135996noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-3782719365355193666.post-76451127189153847722013-11-28T22:08:00.000+01:002013-11-28T22:08:40.603+01:00Decoratio vulgaris ethicusque.<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Demasiadas oportunidades se le dan a determinados locales de escaso mérito. Creo en el poder de la estética y mucho más en el de la ética, pero cada vez andan más disociados imponiéndose una estética vacia sobre la ética del buen hacer y lo que debería ser justo. En esta sociedad de la apariencia y el quedar bien parece mucho más rentable aparentar ser un buen local que serlo en sí mismo. Se dejó de aplicar aquello de la mujer del César, que tenía que ser honrada y además parecerlo o aparentarlo. Ahora sólo le hace falta aparentarlo y sin rubor alguno si no lo es. Debe ser el progreso que nos ha vuelto imbéciles a todos.</span><br />
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<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Existe una corriente dentro de la No Gastronomía (además de esos programas de TV que parecen tratar de la misma pero que no son más que un GH sin experimento sociológico alguno como pretexto) que se ocupa de que restaurantes de mucho postín se gasten una pasta más allá de lo que consideraríamos gansa para deslumbrarnos con postizos al nivel del de Javier Cámara en Lucía y el sexo. Mucha preocupación estética y escasa preocupación por ofrecer calidad al nivel de lo anterior. No me entiendan mal, no es que necesariamente el local preocupado en exceso por su look tenga que ser malo per se. No es eso tampoco, sólo que desconfío. Porque demasiados planetas deben alinearse para que en ese tipo de local coincida tanto buen gusto. No suele pasar. Mucho envoltorio y parafernalia para demasiados cacahuetes revenidos. </span><br />
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<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Me lo suelo tomar como otra señal de alerta. Dime cuánto has invertido en esa decoración y mi interés crecerá de forma inversamente proporcional. Si es que de verdad, no hace falta tanto. Que la cosa es ir a disfrutar de la comida, y no tanto de las vistas. Para tener vistas ya podemos ir a una terraza en la montaña a comernos un arroz y pagar de forma acorde. Para ir a un restaurante, con que la comida sea buena y el local no sea feo o desagradable me vale. Los dispendios estéticos están de moda, pero de verdad que no hacen falta. Están de moda y salen en blogs de moda y les dan premios unas revistas de moda. ¿Pero de comer qué tal? Parece que da un poco igual. Una lástima.</span><br />
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<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Este moderno proceso lo pueden ver cuando se inaugura un local y empiezan a llegar fotos del local en sí y no de su oferta gastronómica. Todo muy bonito o pretendidamente bonito, pero sin noticias de la jamancia. Adornos, fuegos artificiales y superficialidad conjugadas a la vez. Proyectazos decorativos lujosos sin proyecto de cocina detrás. Que vengan por el cómo es antes que por el cómo se come.</span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">La cuestión es que mucha foto equivale a sospecha. Si les inundan Instagram o similar con mucha silla, mucho sillón y mucha lámpara del S.XVIII, sospechando que es gerundio y gratis. Pongamos la lupa ahí y analicemos bien.</span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Me parece perfecto que Herr Dekorator se gane bien la vida, pero que dejen de deslumbrarnos con esos focos que quitan la atención a otros locales que también valen la pena. Y que tal vez hacen otros esfuerzos que no se ven tanto, pero que están ahí.</span><br />
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<br />David B.http://www.blogger.com/profile/17669305930096135996noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-3782719365355193666.post-17200272872577158942013-11-16T11:28:00.000+01:002013-11-16T11:28:18.214+01:00Del producto ninguneado al No pasarán.<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Artículos sobre la importancia del producto hay muchos y muy buenos. Al hablar de producto nos viene a la cabeza un tipo de carne, un tipo de pescado, frutas y verduras con sabor a frutas o a verdura o, lo que en definitiva podríamos llamar una materia prima de calidad. Poder ofrecer al cliente experiencias únicas que se pagan acorde a las mismas.</span><br />
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<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">En alguna ocasión ya les había molestado por aquí con algún artículo que hace referencia a la diversidad de precios que se pagan en restaurantes y demás locales de comida a tenor de la materia prima que se utiliza. No es lo mismo comer en un Burger King que en un local de hamburguesas de verdad. Ni por materia prima ni por lo que tiene que cobrar quien elabora esa "comida" en el caso de BK. Factores que inciden en el precio final. Y conocen nuestras preferencias y lo que nos parece más ético o moral si es que se pueden aplicar estas categorías en este contexto.</span><br />
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<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">En todo caso hoy no toca una filípica en contra de los precios, más bien toca una en contra de los que intentan hacernos comulgar con ruedas de molino medieval ofreciendo en la carta de su local algo que no es. Y como no es no puede ser.</span><br />
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<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">El tema es el siguiente. Conociendo mi pasión por el Bagel, alimento de Dioses paganos y de gente de bien más en la Tierra, siempre que me encuentro con ellos en alguna carta medio loca que intenta arriesgar ofreciendo algo original, los pido a ver qué tal están. He de decir que pasa poco, que no es muy normal encontrarse con ellos y que esto no es NYC, pero a veces, haylos. </span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Hasta aquí, bien. Pero ya está. Luego, es terrorismo de producto. No hay el más mínimo ápice de vergüenza en ofrecer cosas que no son lo que dicen ser. Si tienes un local y ofreces bagels, que sean bagels y no otra cosa. Si tienes bagels en tu carta no ofrezcas ni brioche dulce redondo con un agujero en medio ni pan del de toda la vida con el ínclito agujero.</span><br />
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<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Hacer bagels es muy complejo. Cuando le pregunté a Xavier Barriga, alma mater de Turris y maestro panarra, sobre porqué no los hacía me comentó que son muy complejos y necesitan una infraestructura que hacen complicada su elaboración. Como dato que añado, el bagel una vez hecho y antes de entrar en el horno debe ser hervido en agua, lo que le da la consistencia que lo caracteriza. No es un pan normal y no es un brioche para comer con mantequilla y jamón dulce. No. No los hace cualquiera y no todo el mundo sabe hacerlos.</span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Que yo sepa, en Barcelona existe un panadero que se dedica a ellos desde hace mucho tiempo y casi en exclusiva, en Gràcia, panadería Be My Bagel en Plaça del Sol. Hace poco he descubierto una gente que se hace llamar Yes we Bagel y que ofrecen algo parecido pero sin llegar a la excelencia del primero. Resultones pero sin la gracia del anterior. Y es que The Bagel Shop en Canuda era un mito y Be My Bagel recoge su testigo, directamente.</span><br />
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<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Toda esta perorata bageliana viene al caso por el último hallazgo en tima-modernillos con el que me he encontrado y me ha indignado, claro. Tuvo lugar en cierto local del Born tocando a Arc de Triomf que está bastante de moda entre el mundillo juvenil-in de la city, y al que me acerqué a ver qué se cocía. Y los bagels seguro que no lo estaban, cocidos, quiero decir. Cobran 9'5€ (!!!) por un bagel que no es un bagel y por una loncha de salmón. Una. Y mucha rúcula. Qué listos. Pero eso lo dejaré para el post que escribiré sobre el affaire en el blog para esos menesteres. Lo que me subleva, y se nota, es encontrarme con este engañabobos que perjudica al minúsculo mundo del bagel. No puede haber nadie en su sano juicio que se pueda aficionar al bagel si se toma lo que ofrecen en aquel local tan bonito. Bagel con salmón. Pues no. Salmón poco, pero bagel, eso no lo es. Eso es pan. Redondo. Con agujero. Pero que no lo llamen bagel porque no lo es. Y que no lo cobren a precio de importación desde New York. </span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Basta ya de insultos. Intentar aparentar modernidad porque ofreces bagels y luego ofrecer un trozo de pan es patético. Imagino a gente pensando tras acabar el plato "pues no tiene nada especial". Claro que no. Evidente.</span><br />
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<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">El insulto al producto sea el que sea. Llamar pan a las barras de gasolinera. Foie a foiegrás. Kobe a vaca del Pirineo. Anchoa de L'Escala a las que venden en el Día. Captan la idea. Ya está bien.<br />Éramos pocos bagelianos y tenemos que encontrarnos con esto. No pasarán.</span>David B.http://www.blogger.com/profile/17669305930096135996noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-3782719365355193666.post-23271351825685406292013-09-26T22:01:00.004+02:002013-09-26T22:01:47.917+02:00BASTA YA (otra vez)<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Mucho hace que no escribo indignado. Bueno, igual no tanto, pero no escribo desde las epístolas del tipo Pedro Abelardo y Eloísa fruto de los calores veraniegos. Y toca actualizar.</span><br />
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<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">A ver, hoy vuelvo un poco a un tema que creo haber tocado ya previamente y que no es otra que las memeces que suelen decir ciertos medios para intentar mediatizar las visitas a uno u otro local que por lo que sea tiene que estar de moda (nótese el tiene). Estamos hartos de modas trasnochadas, de movernos por modas, de crear modas, de que nos hablen de modas y de que nos quieran hacer creer que algo está de moda. Basta de chorradas gratuitas que nos insuflan vía cibernética, que es muy barato.</span><br />
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<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Estos días estamos viendo un par de temas que nos están hartando un poco. A saber, la apertura de la última genialidad de Albert Adrià, y ligado a lo mismo, la vuelta de la "tradición" a nuestras mesas.</span><br />
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<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Por partes. Lo de Adrià no es nuevo. Son genios y todos lo sabemos, pero basta ya de dar por novedad algo que no lo es. No sé si es su intención o es la del departamento de prensa de su grupo, pero la Bodega 1900 no ha inventado un carajo. Ni ha vuelto a poner de moda nada. Algunos todavía creen que América fue "descubierta" en 1492, como si no hiciese miles de años que estaba habitada. Con las bodegas igual. Nunca se fueron, igual quedan menos que antes, pero haberlas siempre las hubo. Y siempre hubo gente que las frecuentó, pero no salían en los medios o no tenían la fuerza que tienen otros. Existen desde hace años incluso colectivos en Defensa de las Bodegas de Barrio o de los mismos bares, pero nada, Adrià ha puesto de moda la anchoa y la oliva, por esferificada y espectacular que sea. Dar quince vueltas para llegar al mismo sitio. Inventar lo inventado y que parezca un invento. Hacer pasar por viejo algo nuevo y por nuevo algo viejo. Déjense engañar si quieren, pero no cuela. Ya no. A algunos les valdrá para poder decir que han pisado una bodega "de toda la vida" ya que les supone en muchos casos un problema dejarse caer por bares de verdad, de los de palillo y vermut. Ideal tontadas. Ahora los pijos podrán ir de bares de vermut, al igual que encontraron locales de hamburguesas a 20€ la pieza sin chusma alrededor. Quédense con esos locales.</span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">No critico lo que se pueda comer y la experiencia que seguro que es la Bodega 1900. Tengo la convicción de que será espectacular, y que nunca por tan poco pagaste tanto tan a gusto, pero el concepto, amigos ahí está el problema, en querer hacernos creer cosas que no lo son.</span><br />
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<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Ligado a esto, la brutal aportación del gran Quim Monzó en el Versió RAC1 del otro día. Basta ya de gilipolleces de "vuelta a la tradición". Muchos de los que renegaron de ella, de los que la echaron de las mesas, de los restaurantes y casi de casa se presentan ahora como los salvadores de la misma. Revisionistas de la gastronomía. Muchos que nos hicieron creer que el caviar, el foie o el suero de parmesano tenían que substituir al caldo casero o a los callos ahora reniegan de ellos mismos y se presentan como the next best thing. Inventando la sopa de ajo, y nunca mejor dicho. <br />Larga vida al charlatanismo como modus vivendi. Bienvenidos al mayor y más fraudulento espectáculo del mundo. </span><br />
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<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">PS: Los crédulos serán felices en el Reino de la Mentira Perpétua.</span>David B.http://www.blogger.com/profile/17669305930096135996noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-3782719365355193666.post-25145120440728065732013-08-18T13:20:00.000+02:002013-08-18T13:20:17.954+02:00Juntando letras para mi amigo Albert. La respuesta.<div class="p1">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Estimado compañero blogger, y periodista, Albert,</span></div>
<div class="p1">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div class="p1">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Empiezo por darle las gracias por las interesantes enseñanzas que contiene la carta. Se ha tomado muy en serio enseñarnos el camino correcto en este caso y eso le honora. Mis respetos.</span></div>
<div class="p2">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div class="p1">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Aviso que voy a ir en orden de su carta, porque así se rebate mejor y puede hacer más sencillo seguir el debate a los demás, si es que a alguien le interesa realmente esto. Debate, por supuesto, nadie intenta imponer el pensamiento único como hacen nuestros dirigentes políticos. Por eso estamos invirtiendo tiempo los dos. Y otra gente leyendo y pensando a la vez que somos unos imbéciles con poca feina estos días.</span></div>
<div class="p2">
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<div class="p1">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Mire, yo conozco a Rosanna, poco, pero la conozco en persona y me parece una bloggera interesante y que no se anda por las ramas. Además de entender del mundillo. Ha participado en el libro de los Roca, por ejemplo, a los que sin duda conoce bien. Y ella explica las cosas de forma directa. Si en la descripción de un plato dice "soso" es que estaba soso y todos sabemos lo que eso significa. Y si dice bien, pues más aún. ¿Qué necesidad hay de disfrazar el lenguaje con barroquismos excesivos que a nadie le interesan? Ni ella ni yo, somos Anton Ego y nos importa un carajo el disfraz del lenguaje, por lo visto. No se dirige a los críticos del NY Times. Si yo digo que un bocadillo está bueno, la gente que me lee lo entiende. Incluso la gente que lee blogs de más alta alcurnia y pretensiones puede llegar a entenderlo. Esto que usted comenta me parece también un ataque gratuito hacia Rosanna, ciertamente innecesario y algo clasista incluso. Regol hay uno y no queremos suplantarlo. Otros lo han intentado y no han tenido éxito, como bien sabrá. Al parecer es él el que se acerca últimamente a los locales que hasta ahora sólo eran para parias de la blogosfera, cosa que nos honra a todos, aunque no diga "soso" ni "bien" todas las veces que lo decimos nosotros. También le diré que no a toda la blogosfera le gusta Regol ni creen en él, pero eso también lo sabe.<br />Lo que sólo faltaría es que tuviésemos que hacer el curso de crítico gastronómico de Capel para poder escribir en nuestro blog y hacer fotos de baja calidad con un móvil. En todo caso, la libertad para no leernos es la misma que para hacerlo, así que si a alguien no le gusta el cómo hablamos o cómo escribimos, sólo tienen que dejar de hacer clic en su navegador. Fácil y muy barato.</span></div>
<div class="p1">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">El debate sobre las mesas y el precio tampoco me interesa mucho, si no hubiese ese olor clasista que te golpea en la cara cuando te lo plantan en la puerta. Se puede decir de muchas formas lo mismo, y con el dineral que se han gastado en publicidad, podrían haber pensado un poquito más para evitar quedar como unos clasistas pijos, la verdad. Porque ser clasista rojo es menos interesante y todos lo sabemos. El clasismo del que te echa en cara con poca gracia "eres pobre no tienes acceso a esto" es simplemente asqueroso y obsceno. En el bar de la esquina simplemente te dicen que si no vas a comer no ocupes la mesa, que vayas a la barra. No creo que sea lo mismo. Hablamos de consumir una coca cola o consumir un menú en una mesa. En el innombrable no es eso.</span></div>
<div class="p2">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div class="p1">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Sobre el derecho a réplica, nadie lo ha cercenado ni se pretende. Yo sólo digo que lo que hay que tener es cuidado cuando reclamas ser un profesional y pides profesionalidad. Si eres el dueño del innombrable, pues vigila lo que dices o tu fama va a empeorar. Si eres un profesional deberías saberlo. Si crees que Rosanna no lo es, no le hagas caso. Dedícate a agasajar a otros profesionales y ya está. Es la diferencia entre el profesional y el no profesional que él mismo reclama. No te comportes como un navajero despechado y todo te irá mejor. Si el profesional está nervioso porque no le va bien el negocio, que se rebane los sesos o que contrate a alguien de ESADE o similar para ser asesorado. Pero que no descargue su ira y quede como un amateur del tres al cuarto contra una blogger que se acogió a su mismo derecho de libertad de expresión. Que nos critiquen, que lo hagan, pero con corrección, como reclama él mismo. No vale hacer lo que acabas de decir que no te gusta que te hagan.</span></div>
<div class="p2">
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<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">En lo de la blogosfera y el corporativismo, por ahí sí que no. Decían The Rossinis en el Via Lliure hace un par de semanas que la blogosfera catalana era como una gran familia. Los Soprano y los Corleone también eran una gran familia. Y yo no pienso defender a no sé quién por ser blogger, faltaría más. Defenderé la causa que me parezca justa. Hay bloggers que no me interesan un carajo y por los que no moveré un dedo en sus guerras eternas. Ni espero ningua fidelidad ni caridad a cambio. <br />La blogosfera no existe. Somos nosotros. Individuos con afinidades y que escriben. Y como conozco a Rosanna y me fio de ella, salgo en su "defensa" aunque no le haga ninguna falta. Corporativismos los justos, ni me gustan ni quiero verlos ni aquí ni entre el profesorado de instituto y sindicatos obsoletos jurásicos. Hay bloggers con blog, bloggers con carrera de Periodismo y periodistas con blog. Y en todos sitios hay gente válida, incapaces y buenas y malas personas. Yo hablo por los que conozco. La etiqueta blogger me importa bien poco. Como el corporativismo de los periodistas gastronómicos. Ni sé lo que es ni me importa que se defiendan o se maten entre ellos. Como usted dice, soy lo suficientemente sabio y sé lo que hay por ahí.</span></div>
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<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Sobre lo de las burradas que se dicen en los dos bandos, me suena un poco a lo de las burradas que se cometieron en la Guerra Civil. Haberlas haylas, pero comparar una cosa con la otra es posicionarse a favor del ganador y poderoso. En este caso, el tal Parrado, al que no conozco pero del que ya me hago una idea por cómo escribe. Tampoco aguanto a los que ganaron la Guerra Civil.</span></div>
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<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Llegamos al tema de la responsabilidad. Éste es el tema importante del post. Si tengo un blog y la gente me lee por encima de mis posibilidades, tengo una responsabilidad, sí. Pero para los lectores, no para el local que hace mal las cosas según he podido creer y bajo mi personal punto de vista. <br />Es decir, me parece que nos callamos demasiadas veces las cosas negativas por el miedo a esa responsabilidad y por el miedo al temor de que un local pueda cerrar por "nuestra" culpa. Primero que no creo que tengamos ese poder a no ser que seamos la Zagat o el Time Out New York. De verdad, hay mucha gente que va a restaurantes sin tener ni idea de lo que es un blog. Se llama mundo real y existe. No todo el mundo busca información en Internet cuando busca un sitio a donde ir. No nos creamos tan importantes. Segundo que la contrapartida es hacer que muchos consumidores se dejen mucho dinero en locales que no valen la pena, a los que nosotros sí que fuimos y sobre los que no alertamos en su momento. ¿Qué va primero, el derecho del local a existir y hacerlo mal o el derecho a avisar a la gente a que no se gaste los cuatro euros que ha juntado en el bolsillo? Demasiado miedo y demasiada opinión secuestrada por ese miedo al daño a locales que igual no deberían estar en funcionamiento según sus méritos gastronómicos o profesionales. <br />¿Todo vale con tal de que haya trabajo para algunas personas? Lo que podemos hacer después, siguiendo esta lógica ilógica es dejar que nos envenenen en algunos sitios si con eso conseguimos que un entrepreneur dé trabajo a 5 personas. Ya está bien de ese discurso, ¿no? Hay que callar por el bien de unos incapaces timadores (en el peor de los casos) para que puedan seguir engañando a unos pocos incautos. Pues igual YA NO. Esto no significa expropiar locales y que unos burócratas decidan qué se sirve en los locales propiedad del Estado. Significa capitalismo ortodoxo, oferta y demanda. El que no valga, fuera. No ocultarlo porque eso sí que parece, como mínimo, corporativismo. Defensa y elogio del restaurante incapaz. No en mi nombre.</span></div>
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<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Y no abogo por la crítica gratuita, pero si te sientes engañado, estafado o simplemente no te gustó, habrá que decirlo. Que se sepa. No sé qué método hay que utilizar (yo Twitter hasta ahora) pero tal vez haya que hacerlo.<br />En la historia de mi blog de visitas a locales sólo hice una crítica negativa entendida como "no vayáis porque no vale la pena". Y como bien dices Albert, no hizo falta para que cerrara el local, puesto que había cerrado tres días antes según me comentó en un tweet el amigo Adelf Morales, chef de Topik. Y retiré el post porque ya no servía de nada. Como aquel local. Y me supo mal por los trabajadores, pero igual se evitó que la gente se gastara ese dinero que tanto cuesta conseguir.</span></div>
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<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Sobre lo de escribir de un restaurante dos veces antes de criticar, hasta aquí podríamos llegar, amigo. ¿Cuál es el presupuesto del NYT? ¿Y el mío? ¿Lo hace Arenós, Capel o Regol cuando va a una inauguración? ¿Lo hacen los críticos del Què Fem o del Time Out en Barcelona? Esto queda bien y muy digno, pero es INVIABLE para los bloggers de poca monta como nosotros. Como no somos profesionales ni lo pretendemos ni sabemos de nada, vamos generalmente una vez, hacemos esa crónica según nos haya parecido y el que quiera leernos, adelante. Si volvemos es porque nos gustó la primera y porque queremos probar más platos. No venimos a sentar cátedra y no hay que complicarse tanto, ni tan solo de cara a la galería. Sólo nos faltaba un código blogger para que los justos e incorruptibles nos hagan ver el camino, nos impongan un Comité de Salvación Pública y se hagan con el poder de decidir qué blog lo hace bien y cuál lo hace mal. <br /><br />Esto es mucho más fácil: te gusta quien escribe y cómo, lo lees. Si no, pues no malgastes tu tiempo. Como hago yo. Ni soy periodista ni lo pretendo. Que no vengan buscando a Pau Arenós en lahoradelbagel.com porque no lo van a encontrar. Faltaría más. Una afición que me ocupa media hora a la semana no puede ser tan complicada. Amigo restaurador, hágalo bien y tendrá buenas críticas. De indocumentados como yo, o de críticos con gusto y título. En pocos sectores se dan dos oportunidades. Seamos serios. ¿O usted, como periodista que es, pide publicar un texto dos veces en el Suplemento dominical de La Vanguardia? ¿O se la dan una vez publicado? Si un restaurador no es capaz de ofrecer lo que debe, no es mi problema, es el suyo como profesional que es. Luego te cobra la cuenta completa (normalmente) aunque haya tenido un mal día, y no ajustan los precios de la carta al estado de forma del cocinero o servicio de sala. Se paga a precio profesional, se critica como queramos. Esto no es nihilismo ni lo pretende. No nos hagamos los Justos ni los Salvadores de nada.</span></div>
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<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">En el tema que viene sobre blogs, publicidad y cobros, simplemente me parece que está usted ajustando cuentas con alguien. No conmigo, creo porque nunca cobré de nadie, pero sí con otras personas que no salen en el post y a los que por alguna razón les quiere dar un toque aprovechando la coyuntura. <br />La gente es libre de hacer lo que quiera y como crea conveniente. No creo que haya ni un blogger con más de 100000 visitas al año que esté libre de pecado. Ni siquiera yo mismo, por supuesto. Algun evento ha caído, pero siempre como dije en algún otro post de este blog avisando. "Patrocinado por", "Gracias a". Si fui en AVE al Fòrum de Girona fue gracias a Estrella, sí, lo que no hace que vaya a decir nunca que se la beban porque me parece una cerveza bastante flójer. Tampoco les diré que se beban la otra, la de los (M)odernos, tranquilos. No creo que haya que justificar el porqué hicimos una cosa u otra, no hace falta, pero que se diga si vas a hacer un publirreportaje. Yo no he cobrado jamás de la cervecera antes mencionada, pero usted sí, como reconoce, y eso no lo hace ni más fiable ni menos. Es simplemente un hecho. Si a un blogger le ofrecen cobrar por hacer lo que ya hace en su blog, pues que haga lo que quiera. La responsabilidad será del contratante, no del contratado. Desde aquí me ofrezco a Fort, Mikkeler o Brewdog por si me necesitan para sus blogs y cobrar poco dinero y mucha especie.</span></div>
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<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">La blogosfera no es pura. Como la familia que decía antes. Pero es algo que no me importa mucho porque poco puedo hacer ante eso. Que cada uno decida lo que quiera hacer. El problema con escribir es que cualquiera puede hacerlo. O eso parece. Y el problema, repito, no es del que escribe si no del que lo contrata para escribir antes que a un profesional, por ejemplo. <br />No pontifiquemos al respecto ni seamos Pater Bloggis porque no hay nada que hacer. Miserias cada uno las suyas y maneras de ganarse la vida también. No somos ejemplo de nada y esperemos que nadie nos tome como lo mismo. Yo predico para mi desierto.</span></div>
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<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
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<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Sé que aquí nadie trata de ganarse favores, queda claro y lo sé porque le conozco un poco. Con ese mismo argumento yo tampoco trato de ganarme enemigos entre los restauradores de la ciudad. No necesito conocerlos ni ser su colega para poder pasar por los restaurantes que quiera cuando quiera. Esa es el tipo de independencia que busco. Que no me conozca nadie y que me lea quien quiera. Si alguien me conoce es porque soy un pesado y un hombre de costumbres, que repito donde me gusta comer.<br />Cuando no me lean dejaré de escribir. O antes, para retirarme en lo más alto de las más altas cotas del fracaso. Y no tendré una lista de chefs conocidos en Barcelona ni fotos con ellos. <br />Y seré feliz, porque yo escribo para pasar el rato. Como este domingo por la mañana.</span></div>
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<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
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<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Un saludo, buen amigo.</span></div>
David B.http://www.blogger.com/profile/17669305930096135996noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-3782719365355193666.post-85216582962816524432013-08-16T12:23:00.001+02:002013-08-16T12:23:26.879+02:00Sobre reputaciones digitales veraniegas y otros enredos.<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">El caso que nos ocupa hoy ya tiene un largo recorrido. Creo y no me equivoco al decirlo de que estamos ante el post del verano en la blogosfera catalana. Cuando <a href="http://tramussosdafrica.wordpress.com/about/" target="_blank">Rosanna</a> escribió <a href="http://tramussosdafrica.wordpress.com/2013/07/29/martinez-el-nuevo-restaurante-de-guays-en-barcelona/" target="_blank">su post</a> no creo que pensara ni por un momento en provocar lo que se ha generado a raíz de lo escrito el día de autos. Una crítica desde su blog a ciertos aspectos en cierto restaurante de renombre a base de, imaginamos, comprar buena publicidad en todos los medios del país durante varias semanas. Al local en cuestión sólo le faltó aparecer en la lista de las mejores hamburguesas del Time Out, aunque le vamos a dar un poco de tiempo conociendo a las dos partes.</span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Voy a aceptar que la autora del post, gran conocedora del mundillo gastronómico, hizo un par de comentarios que podían haberse evitado al aportar poco en el aspecto gastronómico del restaurante. Un par de referencias personales evitables. Tal vez. Pero por lo demás, una crítica a un proyecto nuevo que nacía con grandes expectativas y grandes dosis de megalomanía intrínsicamente. Una especie de local definitivo en el mundo del chiringuito y la terraza, sin estar en la playa pero con unas vistas desde la montaña que quitan, al parecer, la respiración. O eso aseguran y por eso te cobran de más.</span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Una crítica negativa. Sin paliativos. Razonada en a, b, c. Desde el punto de vista de una blogger como muchos de nosotros. Y una crítica que el supuesto dueño del local no acepta de buen grado. Ni él ni sus supuestos amigos (o era él mismo?) que atacan a la blogger desde razonamientos tan peregrinos como "no ser profesional", o "no entender de arroces". Claro, nos ha fastidiado. Ahora los bloggers sólo valen cuando hacen críticas positivas. Para eso sí que se les invita. Cuando alguien levanta una voz disconforme, "no es profesional". Pues claro que no. Entre otras cosas porque ella se pagó su comida y habló libremente como le dio la gana. El problema que tiene el personaje en cuestión es que un crítico profesional de los de verdad y de un gran medio estatal le puso un 6 como nota global a su comida. Esperemos que el propietario, o supuesto, haya llenado el correo del susodicho señor de insultos y de referencias a hormonas y días especiales mensuales aunque no sea un mujer...</span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Yo no soy ni propietario entrepreneur ni crítico profesional, pero digo lo que pienso. ¿Qué debe hacer un propietario al recibir una crítica en su actividad? Imagino, pero sólo imagino, que si te has sentido atacado en lo personal, pedir una disculpa por ello. Y en lo que se refiere a lo estrictamente gastronómico, pues aceptar la crítica igual que si un cliente se queja in situ. E intentar mejorar. Pero no entrar como elefante en una cristalería bohemia. Que es lo que pasó. Los bloggers no pueden hacer malas críticas pero los supuestos acólitos del propietario pueden insultar libremente. Todo el mundo queda retratado, y no para bien. </span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Personalmente mi postura es la siguiente. Cuando voy a un local y no me gusta, no lo publico en el blog. Pero queda claro en Twitter, por ejemplo. Clara es mi postura en lo que se refiere a locales como Toto, El Filete Ruso o demás restaurantes probeta. <br />No quiero perder un precioso rato de mi vida escribiendo un post que al final no va a servir más que para hacerle publicidad a un local y hacer crecer la expectativa sobre el mismo, aunque sólo sea por el maldito morbo. Así que hablo del mismo en unos tweets, por ejemplo, y ya queda clara mi postura. Pero defiendo, por supuesto, que cada blogger hable de lo que quiera y como quiera. Nuestro blog es nuestro y diremos lo que queramos. Si alguien nos considera "no profesionales" (pues claro!) que simplemente no haga caso o al menos no se retrate y quede en evidencia. De hecho y gracias a todo este lío, voy a empezar a reconsiderar mi postura, y si hay que luchar contra timos, engaños, trileros de la gastronomía y demás gente de bien, igual lo hacemos desde las líneas del blog, y que quede claro desde el titular, como fue el caso. </span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Hasta aquí habremos llegado. Apoyo total a Rosanna y a que diga lo que quiera. Que nos habrán los ojos y que haya contraversiones a las oficiales. No todo tiene porqué relucir, por mucha publicidad que nos hagan en los medios. No niego que se pueda comer bien en el local en cuestión ni que haya gente a la que le ha encantado. Por supuesto. Incluso hay gente que es fanática de McDonald's y no por eso lo hace mejor y no criticable.</span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Aprendan a aceptar las críticas, "profesionales" de la gastronomía. Que ustedes cobran, y demasiadas veces demasiado, y nosotros no tanto.</span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span>
<br />David B.http://www.blogger.com/profile/17669305930096135996noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3782719365355193666.post-30254373365057931822013-07-14T11:52:00.001+02:002013-07-14T11:52:50.888+02:00TIEMPO MUERTO.<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Algunos ya conocen mi poca estima por cierta publicación sobre el ocio barcelonés que se presenta como la mayor prescriptora de tendencias de la capital sin ningún pudor y teniéndose en muy alta estima. No va a ser este post un intento de usurpar ese "privilegiado" trono desde el que nos miran y desde el que no hace tanto se acusaba de hacer malas fotos a los bloggers y de manchar de alguna forma lo que vendría a ser el "periodismo gastronómico". Prefiero hacer malas fotos a creer que soy una revista de prestigio que no se entera cuando cierran algunos locales que siguen apareciendo en algunas de sus sospechosas listas o que se equivocan en los horarios de los locales que supuestamente promocionan. Blogger pero con alguna idea y preocupaciones que parecen no tener ellos que cobran por su revista.</span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">El post de hoy viene de una circunstancia muy particular. Tiene que ver con hamburguesas y listas de méritos, o no tanto. Hace un par de meses, la revista TO nos brindó una de sus maravillosas listas de "las mejores hamburguesas de Barcelona" en las que sinceramente no se podía entender cómo se había hecho la misma. No es que no apareciesen locales que tal vez podrían haber estado, que también, sino que además había algún local en el que la hamburguesa ni era especialidad ni prácticamente la encontrabas en la carta. "El local X tiene grandes bocadillos (cierto) y además te puedes pedir una hamburguesa que no están mal". Casi literal. ¿Es legítimo obviar locales de prestigio para meter en tu lista locales que no se dedican ni a lo mismo a lo que tú dedicas la lista? Para mi, es un error por no decir un pequeño escándalo. Porque se juega con la comida de la gente. De la gente que trabaja para tener clientes y que no se les reconoce su buen hacer porque no aparecen para el gran público (imagino que mucha gente lee la revista) y quedan apartados de los laudos que se llevan otros de una forma no del todo legítima.</span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Hasta aquí es un rollo de listas e impresiones subjetivas, si somos condescendientes. Ahora pasamos a la acción. Tras aquello, la revista prescriptora se pone en contacto con una hamburguesería que no había aparecido en la susodicha lista. Y ofrece servicios a cambio de dinero. Un espacio en la revista a cambio de una cantidad X de €. El local siente que algo falla aquí. Entiende que es una especie de extorsión y hasta donde yo entiendo, también. Pero no lo era. </span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Acusamos injustamente a la revista, fue un error y personalmente entoné un mea culpa, ya que lo que se ofrecía era un espacio publicitario para un reportaje sobre hamburguesas que salía el 10 de julio del presente año. <br />Un malentendido porque tras el episodio de la lista anterior estábamos todos deseando encontrar la respuesta al cómo se cocinaban esas listas. </span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Pero llega el reportaje del 10 de julio de 2013 y en la revista TO sale el espacio que se podía contratar para la publicidad por parte de los locales de hamburguesas que quisieran participar. Ningún problema, el local que haya querido pagar su espacio, sale. Y en pequeño, arriba, pone bien claro o no tanto, Publireportaje. No es una lista, es un listado. Lo pueden ustedes ojear, el listado es lícito y legítimo, evidentemente.</span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Y pasamos al último paso del esquema que les presento. Ayer, paseando por esa red sin escrúpulos ni responsabilidad de color azul y blanca, leo el estado de una de las hamburgueserías que sí que salían en el listado de la revista el día 10. Y dice lo siguiente: </span><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">"</span><span style="background-color: white; color: #333333; font-size: 13px; line-height: 18px;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Kiosko sale en TO esta semana...Una hamburguesería de la más alta calidad según la revista."</span> </span><span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; line-height: 18px;">Nos paramos en el "según la revista". Bajo el estado, un comentario entusiasta dice "lo dudábais?" Bajo este comentario, está el mío, menos entusiasta. (Y me gusta el local)</span><br />
<span style="background-color: white; color: #333333; line-height: 18px;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">A ver, aquí creo que viene lo bueno. Hasta donde yo sé en esta historia, el comentario que salía en el reportaje de las hamburguesas LOS HACÍAN LOS MISMOS LOCALES. Es decir, la revista pedía que se enviasen 3-4 líneas describiendo el local, que sería lo que aparecería bajo las fotos. Perfecto. El local se sorprende (...) de que la revista diga que son hamburguesas de alta calidad y lo presentan orgullosos, cuando fueron ellos los que lo escribieron. Y después llega el efecto buscado e importante: el cliente cree que es verdad, que la revista escribe sobre los locales, porque se oculta deliberadamente desde el restaurante que es un reportaje publicitario pagado. Todo muy bien. Yo digo que soy lo mejor de la ciudad, la revista lo publica, el cliente cree que la revista lo dice. Un triunfo total. Una estafa, una mentira deliberada.</span></span><br />
<span style="background-color: white; color: #333333; line-height: 18px;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span>
<span style="background-color: white; color: #333333; line-height: 18px;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Pero no es ilegal. Es publicidad. Y el cliente se la cree o no. La intención tal vez sea hacer pasar el listado por una lista porque somos muy listos, pero no a todos les va a colar. Cada vez cuela menos y todos nos conocemos. Ya está bien de rollos. Luego hay que aguantar en algunos sitios que "los bloggers se venden muy facilmente y no te puedes fíar de ellos", y se supone que la dignidad está en lo impreso y en un periodismo de facultad que acaba haciendo trilerismo empresarial porque lo decide así el Director o el Consejo de Administración.</span></span><br />
<span style="background-color: white; color: #333333; line-height: 18px;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span>
<span style="background-color: white; color: #333333; line-height: 18px;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Que no me expliquen más cuentos. Todo lo escrito es mío y es mi opinión. Si a ustedes les parece una gilipollez pueden olvidar el post para siempre. Si creen que puede haber algún elemento para la reflexión, reflexionen, pero sobre todo huyan de quienes les van a presentar "lo mejor de lo mejor". </span></span><span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; line-height: 18px;">¿En base a qué? ¿Conocen todos los locales de la ciudad, los han probado todo? No se lo crean.</span><br />
<span style="background-color: white; color: #333333; line-height: 18px;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span>
<span style="background-color: white; color: #333333; line-height: 18px;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Y para otro día dejamos el debate de si una vez has insertado publicidad en una revista tienes más probabilidades de salir en las listas de "lo mejor" de la misma. No sé, igual...</span></span><br />
<br />David B.http://www.blogger.com/profile/17669305930096135996noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-3782719365355193666.post-14173814216903390402013-06-25T13:04:00.004+02:002013-06-25T13:04:49.540+02:00El fuego que divide.<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">El fuego es la razón de ser de la raza
humana. El fuego transformó una vida incómoda de unos homínidos en
una vida más confortable de unos hombres a través del paso de
centenares de miles de años. <br />El conocimiento del mismo, su
control y su posterior utilización para la defensa, la iluminación
y sobre todo para la alimentación es básico para entender de dónde
venimos y porque somos como somos. Hijos del fuego.<br /><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Pero hoy no voy a hablarles de historia
del Paleolítico, de la que mucho desconozco, sino de algo menos
intelectual y mucho más prosaico y banal. Al menos a simple vista,
aunque subyagan en el argumentario notas de más profundo calado
cuasi antropológico. Hoy les planteo la relación del hombre y el
fuego. Y por hombre quiero decir el hombre como género sexual, no
como sustantivo equivalente a Humanidad. El macho y el fuego.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">No vamos a analizar quién era el
responsable de crear ese fuego hace 150 mil años, ni tan solo las
técnicas para lo mismo. Gente más preparada y documentada lo ha
hecho ya o lo hará por mi en un futuro. Pero en aquellas sociedades
nómadas de las edades pre-históricas (como si no fueran historia
misma en sí) los trabajos de caza y recolección quedaban divididos
de forma simple: caza para el hombre, recolección para la mujer.
Tras miles de años de supuesta evolución (al menos en el plano
cultural), los roles por género variaron poco. La mujer se quedaba
en casa y el hombre salía a cazar (trabajar). Una división sexual
del trabajo ideal para neanderthales y para fascistas contemporáneos
en su defecto. Fácil. El trabajo se divide y cada unidad de la
familia tiene su función. <br /><br />Pero no siempre. Y aquí entra
otra vez el fuego, protagonista cálido de la introducción. Mientras
la mujer era dueña obligada de la cocina en el ámbito doméstico
hasta bien entrado el S.XX, el hombre se adueñaba de la cocina
exterior cuando era menester. Si se salía de casa a hacer la comida,
en lo que podríamos llamar “exococina” a lo Lévi-Strauss, el
hombre adoptaba el rol principal en la elaboración y transformación
de los alimentos a ingerir. Para que no se pierdan y decirlo
claramente, el hombre siempre ha dominado la cocina de fuego en
barbacoa fuera de casa. <br />Es algo extraño, hombres que jamás se
acercaban a la cocina en casa pero que tenían muy claro que su papel
era éste y no otro delante de una barbacoa. La socialización
masculina delante del fuego con una opcional bebida socializadora en
la mano. Curioso.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br />¿Cuál es la razón objetiva para
lo mismo? Es difícil de precisar. Primero, y lo que antes me viene a
la cabeza es una razón de carácter machista. El fuego, como algo
complicado de elaborar en origen, no puede ser dejado a una mujer que
no va a ser capaz de crearlo. Así, el macho se apropia de esa
función en una jugada que resumimos en “apártate que tú no
sabes”. Y el hombre queda como el experto que tal vez no sea. Hagan
memoria, repasen todas las veces posibles en las que alguien ha
encendido una barbacoa y piensen en el % de hombres y mujeres.
<br />Esperemos que en los últimos tiempos esto ya haya cambiado
también.<br /><br />Otra razón podría ser la de darle a la mujer el
día “de fiesta”. Salimos de casa, estás fuera de TU cocina, así
que el hombre se hace responsable en este nuevo hábitat. Es una
opción que sigue siendo de un machismo recalcitrante afirmando el
rol “natural” de la mujer en la cocina y en el que el hombre
siempre “colabora”, no reparte funciones. Se acepta que la
responsabilidad es femenina, pero se hace un favor. Indecente de
igual forma.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br />
</span></div>
<br />
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Una tercera razón sería el peligro
del mismo fuego. Otra vez el machismo entra por la puerta. Una mujer
no debe correr ese riesgo y el hombre se “sacrifica” por ella.
Muy gentil y altamente machista, bajo la corteza de la
caballerosidad.<br /><br />Una cuarta razón podría llegar a ser el “así
se ha hecho siempre”, con lo que poco se puede añadir.
Evidentemente el “así siempre se ha hecho” esconde otra visión
dominante del macho doméstico.<br /><br />No es un tema para el que haya
que haber una respuesta. Es un simple pensamiento que siempre me ha
fascinado y lo comparto con ustedes. Muchos años de barbacoas
familiares y mucha observación gastronómica. Roles divididos,
aparente banalidad que tal vez esconda aspectos no tan
banales.<br /><br />Necesidad de cambiar muchas visiones. Conseguir una
igualdad efectiva desde los detalles. <br />Dios está en los detalles,
decían. Pero también el Diablo...y tiene una relación más
estrecha con el fuego, sin duda.</span></div>
David B.http://www.blogger.com/profile/17669305930096135996noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3782719365355193666.post-60309350081796885662013-05-30T18:04:00.003+02:002013-05-30T18:04:58.749+02:00El Dogma no nos hará libres.<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">La existencia del dogma es inherente a la naturaleza religiosa humana. Se cree una cosa sin tener que entenderla. Se cree algo sin preguntarte si tiene algún sentido. Se da por cierto una sentencia sin cuestionar la base científica que hay detrás de ella. </span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">En otras palabras y resumiendo, nos creemos lo que nos dicen y punto.</span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Parecía un mal alejado, digno de otros tiempos más oscuros aún (aunque la religión vuelva a las aulas a contar en el expediente) pero sigue entre nosotros. Nos gusta sentar cátedra y nos encanta que nos simplifiquen las cosas. Así podemos seguir la corriente sin tener que hacer el esfuerzo de cuestionar, investigar o preguntar el por qué de las cosas. Aquí hablamos de gastronomía en la medida de nuestras escasas posibilidades y de eso trata el post de hoy, del Dogma Gastronómico que basamos en la opinión del "yo sé más que nadie y voy a sentenciar como si escribiese las Tablas de la Ley". </span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">No se dan cuenta los autores de las sentencias de su responsabilidad y de cómo perjudican a mucha gente con la constante repetición de dogmas clásicos en bucle interminable. Los que me conocen y siguen en Twitter saben que hago referencia a veces a los gurús que nos iluminan con esas sentencias del tipo "las mejores bravas de la ciudad", "los mejores arroces del país" y esas cosas sinsentido porque no creo que haya nadie que haya probado ni todos los productos de una ciudad, y mucho menos de un país, ni creo que haya nadie que se pueda agenciar ser el catador universal en posesión del gusto global. Para que nos entendamos, lo que te gusta a ti igual no me gusta a mi o al revés. Dejemos las sentencias a los jueces. Por eso reclamo que al menos se diga "de las mejores" o "para mi gusto", y desterremos el dictatorial y autoritario "lo mejor porque yo lo digo". Todos habremos pecado alguna vez seguramente, pero nunca es tarde para rectificar.</span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">¿Pero a qué viene esto hoy precisamente? Pues viene a colación por cierto artículo en cierta revista de ocio barcelonesa donde se recomiendan locales para comer, entre otras muchas cosas, en el que siguiendo unos criterios más que discutibles se empeñan en hacernos comulgar con ruedas de molino del tamaño de la pirámide de Jufu (sin duda la pirámide más alta del mundo). El artículo en cuestión trata sobre los mejores locales de Barcelona donde comer una hamburguesa. Y sigue el dogma que a base de repetición va calando. En la lista de 20 locales hay ausencias más que notables y en cambio nos encontramos con restaurantes con excelentes virtudes entre las que no está precisamente su hamburguesa si hacemos caso a las opiniones que nos llegan o leemos el artículo en sí (caso del local número 11, del que somos fans pero en el que se explica que tienen un montón de grandes sandwiches y al final se menciona de casualidad la hamburguesa. En una lista de hamburguesas...Pero ahí está). <br /><br />No tenemos la verdad ni la queremos, sólo constato el hecho de que es curioso que locales que no nos gustaron ni a nosotros ni a mucha gente que conocemos siempre estén en las listas en primeras posiciones. Volviendo a resumir de forma rápida: sospechas de que existen intereses ocultos para encumbrar a unos locales sobre otros y favorecerlos. O el dogma. Que sí, que no sé quién ha dicho que es un local increible, pues a creerlo y a seguir la ola. "No me ha parecido gran cosa, pero es bonito"; "No me ha parecido gran cosa, pero la gente viene mucho"; "No me ha parecido gran cosa, pero está de moda, es bonito y al final comes, aunque no es barato. Debe ser porque es muy bueno". O no. Igual no vale tanto la pena, pero a fuerza de intentar convencernos, lo acabamos creyendo y ahí está nuestro error. <br />Moda, comodidad. ¿Dónde vamos? Al XXXX que es el mejor de la ciudad según dicen. ¿Quién lo dice? ¿Dónde vamos a comer unas bravas? Al Tomás o al Bohèmic, que son las mejores de la ciudad. Claro. Como si alguien las hubiese probado todas y no hubiese otras opciones igualmente buenas. Serán las más famosas, conocidas o fotografiadas, pero tal vez no sean las mejores. Nunca se espera nadie que venga alguien nuevo a hacerlo mejor. "Es que son las mejores desde siempre". Y hoy no puede abrir nadie y hacer unas mejores hamburguesas o patatas bravas. Por eso si se sigue promocionando y perpetuando el dogma desde algunas </span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">instancias lo que hacemos es perjudicar a otra gente que trabaja bien pero que por alguna razón no gastronómica no sale en la lista. No se les visita, no se les conoce, pero quedan fuera de "lo mejor" de la ciudad. Y se marca la tendencia. </span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Para acabar están los hooligans religiosos que abrazan el dogma: yo soy de Tomás, yo soy de Bohèmic, yo soy de Estrella, yo soy de Moritz, etc. Y así se defiende a muerte tu religión y se intenta denigrar a la parte contraria. Qué ganas de complicarse y de casarse con una marca, como si pagaran a la gente por consumirlas y no al revés. </span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">En fin, misterios del mercantilismo, el branding y otros demonios.</span><br />
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<br />
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<br />David B.http://www.blogger.com/profile/17669305930096135996noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-3782719365355193666.post-86667540452478532702013-05-10T17:46:00.003+02:002013-05-10T17:46:35.218+02:00La Lista Negra y la Bandera.<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: x-small;"><i>Excusatio non petita acusatio manifiesta.<br /></i></span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">No es intención de este post, ni mucho menos, desacreditar el título de mejor restaurante del mundo concedido al <b>Celler de Can Roca</b> hace unos días. Por dos motivos: porque sería una paletada del tamaño del ego de algunas prima donas del mundillo gastronómico y porque que yo lo hiciera tendría una repercusión menor que esta entrada escrita en cirílico.</span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">No va por ahí la cosa. El pensamiento en esta ocasión se encamina a la lista en sí, al hecho de que se le haga o no caso a cierto montaje en beneficio del show bussiness y de los patrocinios varios que deben ganar mucho dinero con esto. Vayamos por partes. </span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">El año pasado, la lista Restaurant volvió a encumbrar la cocina "de hierbas y algas" del <b>Noma</b>, definida por no recuerdo quién de esta grácil forma. En segundo lugar, El Celler de Can Roca se quedaba a las puertas de la gloria. Recuerdo gente rasgándose las vestiduras, casi prometiendo no volver a comer jamás algo que tuviese que ver con la botánica y sobre todo despotricando contra una lista "privada de medios privados que responde no a la calidad en sí de los locales sino a intereses ocultos" o contubernios judeomasones. Indignación, tongo, pucherazo. Toda la tarde del día de autos elucubrando con el más que posible número uno del Celler para que luego no fuese así. No todo el mundo, pero mucha gente del mundillo. Jamás se volvería a creer en una lista amañada dictada por no se sabe bien quién.</span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Hasta este año, claro. Noma lo tenía difícil tras casi envenenar durante el año a unos cuántos comensales (chúpate esa René, tío listo!!), con lo que era difícil que volviese a ganar tras el incidente. Eso dejaba al Celler en una posición más que privilegiada para encumbrarse. Y el mundo gastrohispano volvió a creer en la lista amañada. El milagro. La lista privada, ocultista e interesada volvía a ser una referencia dogmática. El número uno es el número uno, qué leches. Y sucedió. El Celler fue elegido como el mejor restaurante del mundo, sin discusión. Y se celebró como un título oficial en todo regla. ¿Lo es? Vuelvo al incio. Aquí no se discute que lo sea. Se discute el hecho. Se discute que hace un año la lista fuese un camelo y este año sea la Bíblia en edición incunable. Se discute que seamos tan chovinistas como los denostados franceses. Que tengamos unos principios pero que si no gustan tengamos otros. Que surja una especie de orgullo patrio de baja calaña para pasarles por la cara a no se sabe tampoco muy bien quién que "seamos" los mejores, etc. ¿"Somos" los mejores? ¿Quiénes somos nosotros? ¿España? ¿Quién cocina en el Celler, toda esa España y ancha es Castilla? No entiendo de orgullos patrios, más que nada porque me gustaría saber también el apoyo institucional que se le da al sector desde el Ministerio en cuestión, por ejemplo. Pero vaya, que el que quiera buscar una excusa y emborracharse por el orgullo nacional de que un restaurante de Girona sea el número uno del mundo, pues que lo haga. Repito por si no queda claro. Seguramente amo el Celler de Can Roca y aún no lo sé (no he ido, lo siento), pero no me siento más patriota si gana un título oficioso (ni oficial). Ni orgullo ni banderas. Pero si les hace felices, sigan con ello.</span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Otro día hablamos de cómo aprovecha este país que tanto quiere a sus restaurantes cuando ganan títulos el rédito de esta fama mundial y cómo lo invierte en educación gastronómica, por ejemplo. O si eso lo dejamos para un programa del corazón y hablamos de las supuestas rencillas personales entre los Roca o Adrià o entre sus mujeres, no sé. Eso sí que sabríamos hacerlo bien. Sin duda.<br /><br />Pero bueno, yo no entiendo de esto.</span><br />
<br />David B.http://www.blogger.com/profile/17669305930096135996noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3782719365355193666.post-60935712686136072172013-04-27T11:35:00.000+02:002013-04-27T11:35:20.106+02:00DECLARATIO.<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">No es ésta una declaración de principios al uso. Ni tan siquiera sé si es una declaración de principios. Sé que es una declaración personal e intransferible que escribo hoy, ahora y bajo un estado de ánimo determinado. Aviso para despistados que aunque mencione lo del estado de ánimo lo que les voy a escribir ahora seguramente no diferiría demasiado si lo escribiese en otro momento.</span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">La declaración de hoy dibuja un camino que ya he ido esbozando en otros artículos, y se refiere al hecho de que rechazo el apoyo que desde muchos blogs patrocinados (imagino), se da a locales que no necesitan más publicidad. Locales de dudoso gusto y salubridad que se gastan mucho dinero para comprar espacios en Internet e intentar convencernos de sus bondades. NO. Ya basta de apoyar a corporaciones, multinacionales y otros gigantes del Mal. No me vengan con los cuentos de que si la inversión, los puestos de trabajo y demás patochadas demagogas. Si no existen los gigantes, otros ocuparán su lugar. Sin duda.</span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Apoyemos a la gente que se arriesga, que se juega lo que tiene, que tiene un pequeño local, que trabaja bien, que hace más horas que un reloj, que compite en un mercado de gigantes siendo muy pequeños, gente que abre un pequeño local al lado de casa, en el barrio, que intenta ofrecer alguna cosa diferente, imaginativa, creativa, gente a la que le cuesta llegar a fin de mes. Lo que sea. Pero apoyemos a esa gente, que se gane la vida. Si se lo merecen, evidentemente. No se trata de apoyar a ineptos del barrio, a incapaces de la gestión o a tiranos empresaruchos emprendedores sólo por el hecho de que estén al lado de casa. Se trata de dar apoyo a la gente que decía antes, que da la cara y que se arriesga, sobre todo en estos momentos de crisis. Gente como tú o como yo que decide un día que va a arriesgar. Y en esto deberíamos pensar cuando tenemos que decidir con los cuatro euros que tenemos en el bolsillo y que hemos decidido gastar en algún sitio. </span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Es una proclama de hartazgo. Es una proclama que deriva de mi propia concepción del mundo y de la sociedad. No queremos Eurovegas, no quiero más McDonald's. No quiero que todos los beneficios de esta ciudad acaben en Seattle o en Atlanta. Quiero que María, Lara, Adelf, Jacquie, Juanma y muchos otros tengan esos beneficios para ellos y que los hagan revertir en esta, su comunidad, la sociedad de la que forman parte. No quiero trabajos precarios en cadenas de restauración con sede a 8000 kilómetros de distancia donde van a parar esos beneficios al final. Basta ya de provincianismos ochenteros. Recreemos nuestro propio tejido social, nuestras redes de producción, consumo y de mercado global partiendo de lo local antes de que sea demasiado tarde. No quiero expropiar nada ni quiero echar del país a esas multinacionales. Sólo pido que pensemos antes de consumir, que decidamos. Tal vez sea el último reducto de la democracia occidental, decidir qué consumir. No es votar, ya sabemos cómo es nuestra política, pero al vivir en estas sociedades capitalistas y mercantiles que nos han sido dadas, tal vez lo único verdadero que nos quede es el derecho a decidir dónde, qué y cómo gastamos lo poco y cada vez menos que nos queda. Mi (menguante) dinero va a ir cada vez menos (y si puede ser nunca más) a pagar a fondos de inversión en las Islas Caimán. Se acabó. De hecho se acabó hace tiempo. Cada día elijo consumir a gente que creo que vale la pena. A gente con cara, ojos y espíritu. El mercado es invisible, nos dicen. Mentira. El mercado lo creamos nosotros y tiene esa cara, esos ojos, el espíritu y el alma que nosotros queramos que tenga.</span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Estamos en ESTE momento y las reglas tienen que cambiar. </span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Yo lo tengo muy claro. </span>David B.http://www.blogger.com/profile/17669305930096135996noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-3782719365355193666.post-81120688361061206802013-04-15T14:35:00.000+02:002013-04-15T14:35:21.123+02:00De la influencia de tu ego.Demasiada gente en este ecosistema por el que nos movemos cree ser un líder de masas y apostaria a que le gusta esa sensación. Demasiada gente que crea un mundo paralelo a imagen y semejanza de su ego para disfrute de su persona. Pero la verdad puede arruinarnos el momento.<br />
<br />
Tener followers en twitter, visitantes a tu blog o fans de tu página de Facebook significa bien poco. Y a mi modo de ver lo significa por dos motivos: uno porque en muchos casos se trata de la misma gente que te sigue por todos los medios, con lo que el número no deja de ser un espejismo. Y dos, porque en demasiados casos se falsean las cuentas de esos seguidores o fans para sacar un provecho con ello. Fraude, egoismo y asco en Las Vegas o en Pamplona. (Obviando el hecho de que las estadísticas en blogger, por ejemplo, no son del todo exactas)<br />
<br />
La influencia que generamos (y hablo en plural por defecto, sin querer compararme obviamente con los que ya llegan a los 1000 seguidores como poco, que yo no tengo) los que por alguna razón nos dedicamos a esto es a lo sumo mínima, sobre todo cuando eres el señor nadie. No nos engañemos, la gente que está presente en Twitter, lee tu blog o mira tu página de Facebook es un % muy pequeño de la gente que vive en este país y de la gente que utiliza internet cada día. Vive con ello, llegas a muy poca gente en términos absolutos. En los relativos puedes dedicarte a una sesión de onanismo si te apetece. Pero aún y así, demasiada gente vive de influir, y demasiadas marcas se gastan buena parte de su presupuesto en hacer que unos pocos influyan a unos más, que no muchísimos. ¿Cómo sale a cuenta? No es que me preocupe lo que hagan las empresas privadas con su dinero, pero es que como fenómeno no acabo de verlo claro, algo me hace levantar algunas suspicacias. Y no es el hecho de que algun@s famos@s se dediquen todo el día a cantar las excelencias de tal o cual marca y lo buenos que son sus productos, que normalmente son una bazofia y no los recomendarías si no te pagasen. Se llega a extremos ridículos, pero el quid es entender cómo sale a cuenta eso.<br />
<br />
¿Cómo se valora a quién fichar y a quién no? ¿Por qué cantidades? ¿A cambio de influir a cuatro gatos que se pasan el día mirando tu cuenta de twitter? No me refiero a pequeños establecimientos que invitan a un evento para darse a conocer, hablo de grandes corporaciones o restaurantes estrellados que al parecer necesitan de líderes y gurús para que les hagan una publicidad que no veo por dónde sale a cuenta. Nadie garantiza que la presencia de X te sirva para que España se entere de lo bueno que eres como restaurante. Los que quieren estar informados ya saben lo bueno, o lo malo, que eres. ¿Estamos en un círculo vicioso en el que los viciosos somos cuatro?<br />
<br />
Me gustaría tener cifras del impacto que tiene una acción del tipo cena en X con Z e Y. Me da la sensación, seguramente errónea porque de lo contrario no se harían, que el único que gana es el invitado. Pero, ¿quién es este invitado? ¿El o la de los followers sospechosos? ¿El gurú o la lideresa de moda? ¿Necesitaria el Bulli estos invitados? ¿Por qué los necesita ahora Albert Adrià? ¿Le sale a cuenta sabiendo el impacto inmediato que tiene en redes ese tipo de actos? ¿Qué tipo de impacto tienen esos eventos? Me interesa eso.<br />
<br />
Asumámoslo rapidamente y de forma poco dolorosa. Lo que escribimos queda escrito pero es poco leido. No existe el consumo masivo de información gastronómica o como le queramos llamar porque no existe ni tan siquiera el consumo masivo de información del tipo que sea. Estamos creando unas castas entre todos que son del todo artificiales (hasta que los números me demuestren lo contrario), favoreciendo la aparición de tipos como yo mismo que puede llegar a pensar que tiene un cierto poder y cree ser un Emperador romano hablando en términos barrocos para darse una importancia más que relativa. Algun@ debe haber ya al que el "poder" se le debe haber subido a la cabeza. Allá él, ella y los que los "contratan".<br />
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Yo sigo sin ver el negocio de que alguien hable de ti a un ejército de fantasmas. Al menos hasta que mucha más gente consuma lo que se produce en la red.David B.http://www.blogger.com/profile/17669305930096135996noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3782719365355193666.post-82751419826310021862013-04-08T18:44:00.001+02:002013-04-08T18:44:25.473+02:00Del blog y el periodismo: anotaciones futiles a un debate innecesario.<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">En los últimos tiempos se perciben fuertes vibraciones fruto de movimientos que están arrasando con cierto orden establecido hasta hace no mucho intocable. De hecho creía que era un debate casi pasado, pero al parecer no era así.<br /><br />El monopolio de la palabra por parte de aquellos que habían estudiado y trabajado para tenerlo (imagino) va cediendo ante una tendencia universal que es la presencia de los más que incómodos blogueros que escriben sin tener licencia para hacerlo, y que para más inri son leidos. <br />El tema central con el que nos encontramos es que hay muchos periodistas que no toleran la supuesta invasión de unos advenedizos sin formación para ser tratados de igual a igual. Seguramente tengan razón. <br />Lo normal, de hecho, es que un bloguero amateur no se pueda comparar ni por asomo con un profesional de los medios. Lo más seguro es que tampoco lo pretenda. ¿Y un profesional del blog? Pues la verdad es que no lo sé. No puedo hablar por los que se dedican a eso ni pretendo hacerlo, pero no puedo no comentar el tema de los que reparten carnets sobre quién puede o debe escribir sobre algo o lo siguiente. Incluso aunque no esté de acuerdo con el sistema que voy a defender y me explico.</span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">No seré yo el que defienda la proliferación de ignorantes que deban cobrar por su ignorancia. No seré yo el que le diga a una empresa a quién debe contratar para poder ganar más dinero, que oh sorpresa, es su objetivo. Pero seré yo, ahora, el que hable sobre qué significa ser bloguer y poder tener la opción de escribir sobre lo que uno quiera.</span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Ser bloguero es muy sencillo pero no es fácil. Es un mundo superpoblado en el que millones de aspirantes a leibles esperan ser leidos. Es sencillo tener un blog y muy difícil ser un bloguero de constancia y esfuerzo. Un bloguero no pretende per se convertirse en un periodista. Ni busca que le convaliden unas asignaturas de la carrera. Escribe y si tiene suerte o cierta gracia será leido, nada más. Si comunica bien y consigue una legión de seguidores, llamará la atención e incluso al final de una vida virtual de éxito podría llegar a cobrar por escribir o aspirar a parecer un periodista de los serios. Pero son casos contados. Un bloguero con inquietudes intenta transmitir, divulgar lo que le apetezca e irse a casa. Un periodista es otra cosa. El qué no lo sé porque tampoco lo soy, pero alguien que trabaja en los medios no es simplemente un bloguero. Sobre si hay método en un periodista, se da por hecho, pero incluso un bloguero podría tenerlo. Luego además hay periodistas que son blogueros porque ven el poder de la comunicación sin ataduras, simple y directa y porque les apetece. Nadie se lo impide. Y el que no quiera entender lo que es la blogosfera y quiera vivir de espaldas a esa realidad, allá cada uno.<br />El mundo cambia aunque no nos guste.<br /><br />En mi campo profesional, que es la docencia, sabemos de qué va el tema hace tiempo. Seguramente más de un periodista de prestigio y solera haya ejercido de profesor, conferenciante o divulgador en alguna ocasión. Y nadie se ha tirado encima de nadie porque es una soberana estupidez. La divulgación o la docencia es en sí un valor, lo haga quién lo haga. Si consigues ser un buen divulgador, divulga. </span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Por eso no acabo de entender estos ataques de celos en demasiadas ocasiones. Dejemos ya esta estupidez de la confrontación blogosfera virtual vs medios reales. El que se sienta inseguro que busque alguna forma para remediarlo, pero que no meta a todos los blogueros del mundo en el saco del arribismo y la ambición. Dedíquense a hacer periodismo de verdad y dejen a los ignorantes como el que les escribe tranquilos. No queremos quitarle el sitio a nadie, el blog es nuestra única manera de comunicar y expresar unas cosas que pudieran interesar a alguien. El problema si les quitan el sitio igual no es nuestro. ¿Se lo han planteado alguna vez?</span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><i>Firmado, un arribista ignorante con un blog. Lo siento.</i></span><br />
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<br />David B.http://www.blogger.com/profile/17669305930096135996noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-3782719365355193666.post-62281250660558523272013-04-01T17:19:00.002+02:002013-04-01T17:19:36.870+02:00De los inicios: CULTURA GASTRO.<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">La entrada que les propongo hoy es muy diferente a las que normalmente pueden encontrar por aquí. Saben que gusto de escribir ciertas irreflexiones desde la más total de las ignorancias y el atrevimiento que otorga la misma, pero hoy les quiero presentar, simplemente y no es poco, el último proyecto con el que estamos comprometidos: La Asociación <b><a href="http://culturagastro.com/" target="_blank">CULTURA GASTRO</a></b>.<br /></span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><b>Cultura Gastro</b> es una asociación cultural que tiene como primer precepto y como pueden leer en nuestro <a href="http://culturagastro.com/manifiesto/" target="_blank">Manifiesto</a>,<i> </i><i>"</i><span style="background-color: white; line-height: 21px; text-align: justify;"><i>investigar, preservar y difundir el patrimonio gastronómico y culinario. Consideramos la gastronomía como cultura y como tal reflexionamos alrededor de sus múltiples perspectivas: historia, economía, ciencia, antropología, filosofía, arte, religión, política… La gastronomía es el propio sostenimiento de la humanidad, moldea la vida de cada persona en todos los lugares del mundo y en todos los días de su vida."</i><br /><br />Un objetivo nada desdeñable y en el que nos vamos a esforzar durante los próximos tiempos, para consolidar nuestra visión común sobre la importancia de la Cultura gastronómica en nuestras sociedades y en la formación de una identidad propia.</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">El proyecto de difusión va acompañado de Rutas Gastronómicas por barrios de la ciudad de Barcelona, Cursos, Conferencias, Charlas, cenas temáticas dedicadas a gastronomías de diversos espacios geográficos y otras muchas sorpresas que se irán dando a conocer en los próximos meses. <br />Es un proyecto ambicioso que conjuga muchos aspectos, entre ellos la historia y la gastronomía que como se imaginan me apasionan. </span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">En este proyecto van a encontrar a gente de muy diverso tipo pero de objetivos y finalidades parecidas. El <a href="http://culturagastro.com/quienes-somos/" target="_blank">equipo</a> está formado por: Carmen Alcaraz del Blanco, fundadora y alma mater del proyecto; Mar Calpena, periodista y <a href="http://www.baixagastronomia.cat/" target="_blank">blogger</a>; Alberto García Moyano, <a href="http://www.enocasionesveobares.com/" target="_blank">blogger</a>; Albert Molins, periodista y <a href="http://homogastronomicus.wordpress.com/" target="_blank">blogger</a>; Raquel Lamazares, licenciada en Turismo y Master en Gestión del Patrimonio Gastronómico y Culinario. Al final, el que les escribe, profesor de Historia y blogger a tiempo parcial como ya saben.</span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Un proyecto ilusionante y un viaje excitante que queremos compartir con ustedes y en el que queremos que participen siempre que puedan. Por la cultura.<br />Visiten la <a href="http://culturagastro.com/" target="_blank">web</a> para estar al día de las actividades.</span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /><br />Les dejo mi primera humilde aportación en la página web de Cultura Gastro: <a href="http://culturagastro.com/2013/03/14/memoria/" target="_blank">Memoria</a>.</span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><i>Y aquí donde pueden encontrarnos:</i></span><br />
<i><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Cultura Castro en Facebook: <a href="https://www.facebook.com/CulturaGastro">https://www.facebook.com/CulturaGastro</a></span></i><br />
<i><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Cultura Gastro en Twitter: <a href="https://twitter.com/Cultura_Gastro" target="_blank">@Cultura_Gastro</a></span></i><br />
<i><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Mail: info@culturagastro.com</span></i><br />
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<br />David B.http://www.blogger.com/profile/17669305930096135996noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3782719365355193666.post-34721966852263288762013-03-11T22:05:00.003+01:002013-03-12T10:30:54.918+01:00El Festival de la duda.<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Escribo este artículo desde la relativa perplejidad y atrevimiento que me permite mi propia ignorancia. Escribo este artículo porque desconozco tantas y tantas cosas que me voy a permitir divagar sobre algo que tal vez no tenga interés alguno o que tiene alguna explicación tan banal y sencilla que no alcanzo a comprender por mi mismo. Tal vez todo se reduzca a una simple mala interpretación por mi parte y esté mezclando churros con cupcakes merinos. No conozco las reglas que rigen este hábitat.</span><br />
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<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Este pasado fin de semana se celebró en Barcelona el <b><u>II Barcelona Beer Festival</u></b>, festival que intenta consolidarse como referente por estas tierras con permiso del de Mediona, que ya lleva algunas ediciones más, dedicado a la cerveza artesanal y que cuenta con productores de todo tipo que llegan desde las más diversas latitudes. Es un festival donde poder probar, conocer e incluso amar algunas cervezas desconocidas, y si eres un consumidor nivel usuario la cantidad de 300 referencias a testear es poco menos que un reto de lo más interesante. Dejaré para <a href="http://lahoradelbagel.com/" target="_blank">lahoradelbagel </a>el análisis formal y profano del evento, centrándome ahora en otro aspecto que me ha interesado acerca del Festival.</span><br />
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<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Lo que más me llamó la atención sobre un Festival que movió alrededor de 25000 personas en tres días es la nula atención prestada por el sector periodístico gastronómico al evento. Sólo hay que revisar los comentarios en Twitter de grandes personalidades de este mundo y si encuentran alguno avísenme.<br />¿La cerveza no es gastronomía? ¿La cerveza no es cultura gastronómica? ¿Y no es propia? ¿Y si enfocamos el apoyo al festival no sólo por el lado de la cerveza sino el de la promoción de emprendedores que se están dejando la piel para tirar adelante sus proyectos desde posiciones a veces muy humildes? ¿Por qué ninguno de los gastrónomos de referencia del país, o de la ciudad, parece haberse pasado por el festival?</span><br />
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<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Improviso diversas teorías al respecto, seguramente todas erróneas, pero me gustaría que alguien me explicara el por qué (casi) toda la profesión se desplazó a Girona a escuchar a chefs y hacer muchas fotos pero nadie se pasó por Las Arenes a tomarse una cerveza y apoyar a un sector al alza. Lo dejo claro, no era obligatorio ir, faltaría más, simplemente me parecía una buena idea y un detalle, además de tenerlo tan próximo.</span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Mi <b>primera teoría</b>, muy banal y ya presumo que errónea, es que todavía hoy demasiada gente identifica cerveza con bebida de tercera regional, propia de borrachuzos y de heavies a las puertas de un concierto, litrona en mano. Y no estamos hablando de eso, lo saben de sobras y espero entiendan la diferencia. No es cuestión de glorificar vinos y champagnes o cavas, para menospreciar el arte cervecero. Seguramente, y eso dicen los entendidos, muchos quesos maridan mucho mejor con unas cervezas determinadas antes que con otra cosa. En fin, puede ser una explicación, la discriminación de la cerveza como elemento. <br />Igual necesitamos más chefs mediáticos haciendo cerveza. Artesana.</span><br />
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<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Mi <b>segunda teoría</b>, y espero que más errónea que la anterior por el bien común, es que muchos grandes opinadores se vean algo condicionados a acudir a eventos de este tipo donde no están presentes las grandes marcas del sector. Sería algo muy lamentable, pero viendo los tiempos que corren, no creo que sea nada descabellado pensar en una posibilidad así. Me parecería mejor si se diese este caso que los periodistas, opinadores o lo que sean, lo dejasen claro: "No vamos a promocionar actos de este tipo porque no quiero que se enfade la marca X". No sé. <br />Igual la teoría de la conspiración juega una mala pasada a Holden Caufield otra vez.</span><br />
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<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">La <b>tercera teoría</b> tiene que ver con los gustos personales de cada uno. Es la más simple y menos polémica según mi punto de vista: simplemente no les apetecía ir al Festival o no les gustan las cervezas artesanas ni les interesa ese mundo. Lo acepto como posibilidad, aunque no me negarán que no pierde gracia el artículo si fuese ésta la elegida. La conspiranoia se quedaría en nada.</span><br />
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<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">En todo caso, mucha gente y mucho ruido virtual en las redes, pero escaso apoyo y/o interés desde el mundo profesional de los medios de comunicación. Todo muy indie y nada mainstream. Dudas.<br />Podría pasar que tal vez algún día Brewdog les haya comido el mercado a las majors. <br />Y nosotros podremos decir que estuvimos allí, cuando todo empezó. Detrás de los pioneros y los padres fundadores. </span><br />
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<br />David B.http://www.blogger.com/profile/17669305930096135996noreply@blogger.com11tag:blogger.com,1999:blog-3782719365355193666.post-89340679294198673902013-03-04T14:09:00.001+01:002013-03-04T14:09:44.468+01:00El caballo no es el problema.<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">No deja de ser paradójico todo lo acontecido en las últimas semanas a raíz del "descubrimiento" de ADN de caballo o potro en productos preparados en los que únicamente debería haber habido ternera. No es la intención de este artículo una reflexión al respecto puesto que otros ya la han hecho antes y mejor.</span><br />
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<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Lo que sí que es intención de este artículo es mostrar la paradoja que les anunciaba al principio. </span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Llevamos años, lustros, décadas, desprestigiendo por ejemplo, a los restaurantes de comida china por una causa ciertamente parecida. Años de tópicos, imbecilidades, análisis de tasca palillo en boca en los que se comentaba lo que te podrían llegar a poner esos malignos chinos desconocidos a los que no se entendía cuando hablaban entre ellos. Que si gato, que si perro, que si los chinos no se mueren en este país, deslizando cierta sospecha maléfica, etc. Todos hemos oído estupideces de ese calibre e incluso podría darse el caso de que las hubiésemos dicho. Todo eran risas, desconfianzas e incluso boicots. "Yo no voy a un chino ni aunque me inviten". Seguro que conocen a alguien que alguna vez dijo algo similar. No lo nieguen.</span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Y miren ustedes por qué casualidades de la vida que no han sido ellos, tan poco de fiar según la creencia popular, los que nos daban gato por liebre (sin que vaya con segundas) si no "nuestras" propias empresas, infalibles, emprendedoras y occidentales las que nos han engañado masivamente, timado o estafado. Sí, estafado, porque no se puede pagar como ternera de la buena lo que no es.</span><br />
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<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Ese sector privado de la alimentación, un motor de la economía y que es una de las esperanzas para salir de esta crisis, engañando, como vulgares bancos vendiendo preferentes. No estoy diciendo envenenando. Hablamos del engaño, no del perjuicio, que no creo exista como tal atentado a la salud. Pero engaño.</span><br />
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<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Imaginen esta situación circunscrita a lo que antes les comentaba. ¿Imaginan que se demuestra que en restaurantes chinos se ha servido masivamente algo que no era lo que se decía que era? ¿En qué punto del linchamiento mediático-social estaríamos de haber sido así? ¿En qué punto estamos ahora respecto a estas empresas que engañan, que nos engañan como consumidores? ¿Las ha cerrado Sanidad? ¿Las ha cerrado el Gobierno? ¿Se les ha prohibido seguir con su actividad?</span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">No han sido los chinos los que nos han puesto gato en el plato. Por ahora, y según las pruebas que tenemos, los que han estado más cerca de hacerlo (que espero no hayan hecho) han sido algunas multinacionales muy poderosas. Pero no pasará nada. Nos han engañado, pero no importa. Nos han cobrado de más, pero no importa. No sabemos qué hemos estado comiendo, pero no importa. Nadie los han controlado hasta que alguien ha dado la voz de alarma. Pero no pasa nada. Son los poderes económicos que nos van a sacar de esta crisis. Aunque tengan que engañarnos un poquito. O mucho.</span>David B.http://www.blogger.com/profile/17669305930096135996noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-3782719365355193666.post-77227697799169502712013-02-26T14:24:00.001+01:002013-02-26T14:24:10.424+01:00La teoria de la relatividad de los precios no es de Einstein.<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">No hace mucho tiempo, en <a href="http://homogastronomicus.wordpress.com/2012/12/17/its-gastronomy-stupid/">esta entrevista-coloquio</a> en la que participamos junto a tres grandes comunicadores gastronómicos, indiqué superficialmente lo que es en mi opinión la teoria de la relatividad de los precios. Todo depende de la experiencia y de la calidad del producto.</span><br />
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<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Jamás se me ocurriría identificar, de forma más hortera que discutible, caro con bueno o barato con malo. Todo depende. Todo es relativo. Experiencia + calidad = x. No sé cuál debe ser el precio de las cosas pero sí que sé cuando creo haber pagado de más y cuando me ha salido barata una comida aunque haya pagado más dinero del que debiera. </span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Tras unas épocas de lowcostización general a lo que consumo se refiere y en la que han triunfado modelos gastronómicos basados en comidas rápidas y supuestamente baratas, no se habla en mi opinión de un efecto pernicioso y tóxico por no decir letal que ha quedado como consecuencia final de unas costumbres hechas tradición. Me refiero, sin más preámbulo, a <b>la estandarización de los precios</b>.</span><br />
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<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">¿Qué es estandarización de los precios? El efecto resultante de creer que un mismo producto debe tener el mismo precio sean cuales sean sus condiciones de manufacturación. En otras palabras, si el bocadillo del bar de al lado de casa cuesta 3 ó 4€, todos tienen que costar lo mismo. En todos sitios y a todas horas, de lo contrario lo rechazaré puesto que es caro. Cojan el ejemplo del bocadillo y pásenlo a cualquier otro porque me parece válido para cualquier producto.</span><br />
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<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Esto es el mal. ¿Qué tiene que ver el producto utilizado en un local con el utilizado en otro para acabar marcando ese mismo precio?* ¿Qué tiene que ver el tiempo invertido o la gente que ha participado en la elaboración de uno u otro producto para tener que esperar al final que el precio sea el mismo?</span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Hamburguesas en establecimientos donde a la vez se elaboran polímeros comibles a 4€ significa que se educa al público desde una temprana edad a esperar que tenga que costar eso mismo siempre y en cualquier establecimiento. Como decía antes, más de ese precio se considera caro, se rechaza y se deja de consumir calidad. Porque tal vez esa hamburguesa de 9€ es de calidad. ¿Cómo mides la calidad? No solo por el precio, pero algo puede que tenga que ver. Si compro una hamburguesa de deshechos en el súper a 0'90 céntimos, igual la puedo vender a 4€. Si compro ternera gallega de verdad a 3.5€ por decir algo, pues el precio va a subir.</span><br />
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<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">¿Quieren pagar por calidad o prefieren comer cualquier cosa que les den empaquetada? Yo prefiero la calidad aunque no siempre nos la podamos permitir. Pero si lo piensan bien y hacen números tal vez se sorprendan de las veces que podrían permitírselo y no lo hacen por el mero hecho del prejuicio.</span><br />
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<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Todo este artículo viene a raíz del debate que tuve la semana pasada acerca del precio del establecimiento Sagàs en Barcelona. Hice una visita y colgué <a href="http://lahoradelbagel.blogspot.com/2013/02/sagas-la-divinidad-del-mundo-rural.html">mi experiencia</a>. Salí maravillado y no conozco a nadie que no lo haya hecho. Si conozco, sin embargo, a gente que se queja de los precios. Pero, ¿se queja con razón? Podría ser, pero mi opinión es la que les he desarrollado arriba. Si voy a Sagàs y conozco su producto, filosofia y conozco <a href="http://www.hotelelscasals.com/">Els Casals</a> de donde vienen esos productos y sé cómo los elaboran y el trato que les dan, tal vez ya no lo sea tanto. La información es poder e incluso podría hacernos libres. No se puede comparar Sagàs con el bar que tiene delante donde un bocadillo cuesta los 3 ó 4€ que les decía antes, porque en Sagàs les van a cobrar 10 o tal vez 12. Y no creo que el bar de delante de casa utilice ese mismo producto, la cual cosa no significa que tengan un buen o un digno producto también. ¿Pero vale la pena pagar ese extra? Para mi, sin duda que sí. Si el sandwich de la mejor sobrasada del mundo, según algunos, cuesta allí 9€ y el que consumo cada mañana con un pan bimbo discutible, un jamón york de ves a saber qué y una loncha de queso tranchette me cuesta 3, ¿me voy a quejar por esa diferencia? ¿Tiene algo que ver el placer, la experiencia, del consumo de uno y de otro? De ahí la relatividad.<br />El menú degustación de El Bulli, con 2123 cocineros trabajando de una manera, con un producto determinado, con técnicas desarrolladas durante meses en un taller aparte, puesto en relación con lo que cuesta el menú de noche de un humilde local determinado. No es lo mismo. El precio tampoco puede serlo. </span><br />
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<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">No estoy haciendo un alegato a subir precios. Hago un alegato para que consumamos siempre que podamos calidad, y a veces se paga. Y hay que pagar con gusto, siempre que ese precio no sea una estafa. ¿Dónde está el límite de esa estafa, cuándo vamos a saber que nos timan? Difícil saberlo. Tampoco siempre lo caro es calidad o vale la pena. La experiencia a veces puede ser desastrosa y nos hubiese compensado comer el bocadillo de 3€ que estamos tomando como ejemplo hoy. <br />Tal vez esa información que nos hace libre es la clave. Saber qué consumes y dónde. Conocimiento. </span><br />
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<i><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">*¿Cómo puede ser que el precio de la sabanita de queso en los bocadillos de lomo, por ejemplo, o bacon sea tan y tan cara en relación al precio final del mismo?</span></i>David B.http://www.blogger.com/profile/17669305930096135996noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-3782719365355193666.post-30696873676783101692013-02-19T21:00:00.002+01:002013-02-19T21:00:31.584+01:00El trabajo que se enreda.<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Imagino que ser </span><b style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Community Manager</b><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"> de un local de restauración debe ser un trabajo árduo. Duro como cualquier otro y en el que seguramente y como en todas las demás profesiones en el mundo nos vamos a encontrar con gente que hace un gran trabajo y otros que realizan un trabajo. No conozco ese mundo y sólo presencio el espectáculo desde lejos, a nivel usuario y a nivel espectador en las redes. Comunicar es complicado y no todo el mundo ha sido llamado para ello. Para muestra este blog.</span><br />
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<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">El trabajo del CM debe ser, interpreto, la captación y la fidelización de una clientela a la que se le ofrece desde las diferentes redes sociales un flujo de información, eventos, publicidad, y un largo etcétera de ítems que nos pueden interesar en mayor o menor medida. Pero es difícil elegir el qué y el cómo se comunica todo esto. Al final lo que interesa e importa es que la gente se acerque a tu local.</span><br />
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<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Mi corta experiencia en este mundillo me ha permitido conocer virtualmente a CM de todo tipo, algunos muy lúcidos y otros en días mejorables. Para ir al grano, muchos restaurantes no saben qué hacer con su comunicación. Por suerte, otros muchos sí que lo tienen claro y se nota.</span><br />
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<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">En el camino virtual puedes encontrarte con diferentes tipos de CM.</span><br />
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<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">- El primer grupo es el que comunica con sentido. Actividad constante pero sin agobiar, información sobre la marca, sobre eventos en el local, ofertas, nuevos elementos a tener en cuenta en el negocio, fotos, artículos que pueden interesar a tu público, etc.</span><br />
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<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">- El segundo grupo tiene un pequeño problema. Retuitea sin parar las experiencias, positivas siempre, de la gente que va a su local y puede llegar a cansar. Más incluso si estás esperando a que X personaje del mundillo te visite y esté exclamando a cada plato y varias ocasiones por minuto lo bueno que está todo, lo bonito que es el local y las excelencias del huevo frito que se está comiendo. Generas un feedback negativo porque a mi parecer, cansa. Digno del unfollow. No explica nada más de su local...tuitea poco, ¿y cuando lo hace es para eso? Además se suele dar la circunstancia de que son los restaurantes que menos críticas aceptan, dejando sin contestar las quejas de los clientes y jamás haciendo publicidad de los puntos negativos que la gente les comenta. Al menos podrían aprender de las sugerencias.</span><br />
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<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">- El tercer grupo es el de los locales que no dicen nada. Que abandonan la comunicación antes de iniciarla. Se dan de alta en Facebook o Twitter y luego la nada. No entiendo esa política, simplemente. Y existe.</span><br />
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<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">En otro aspecto relacionado, existe también el CM que se obsesiona con los comentarios sobre su local y puede llegar a mutar en el CM Stalker (acosador). Intuyo que también porque es el propietario del negocio. Sin malicia, no significa que te persiga, pero está muy atento a cualquier cosa que se comente en los mundos binarios y si eres alguien con una cierta influencia, (incluso mínima), va a intentar que cambies de opinión, normalmente invitándote a que vayas a su negocio otra vez (invitado o no) y que valores de nuevo. Supongo que espera que si cambias de opinión luego lo hagas público también. Otra cosa es si una visita preparada es indicativa o sirve para comparar una visita no avisada ni preparada. Son métodos. Lo interesante es que si realmente es honesto y se aviene a comentar contigo los detalles de lo acontecido en aquella visita que no te gustó y puede llegar a dejarse influir por lo que dices para mejorar en esa atención que ofrece al cliente, pues es positivo también. No quiere decir que tú como blogger, por ejemplo, vayas a ir ahora de asesor o de Gordon Ramsay, lo haces como cliente. Y si a ellos no les hacen mucho caso, pero a ti te escuchan, aprovecha y habla. Influye de verdad.</span><br />
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<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Son difíciles tiempos los que vivimos y todo el mundo debe jugar sus cartas de forma adecuada. Y eso significa adecuadas y precisas. La competencia es letal y tienes que ofrecer algo que te pueda diferenciar, pero hay que trabajárselo. Es muy duro y no sirve cualquier cosa. Y para que les quede claro a los propietarios de los restaurantes también, no existen los milagros. No hay CM milagrosos que te van a llenar el local de un día para otro. <br />Es un trabajo a medio-largo plazo como mínimo y es muy duro. Hay que tenerlo en cuenta, no vayan con el cuento de la lechera que es un argumento muy pobre.</span>David B.http://www.blogger.com/profile/17669305930096135996noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3782719365355193666.post-88095536100593202942013-02-10T17:53:00.000+01:002013-02-10T19:44:21.758+01:00Dictadura y tendencia.En este mundo en el que nos movemos, y pensándolo bien en casi todos, tienen mucho poder las modas y/o tendencias que en algunos momentos intentan dominar el escenario que nos toca presenciar.<br />
Modas las habido siempre, las habrá y haylas ahora mismo. No sé a qué obedecen ni quién está detrás de estas tendencias, pero existen y nos arrastran en cierta manera aunque queramos resistirnos. Los mecanismos de la comunicación, el marketing y demás males está para eso mismo, para dirigirnos sutilmente hacia el redil que conviene en el momento determinado.<br />
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Hace ya muchos años pasaron de moda los restaurantes chinos, las pizzerias motorizadas o los locales de "hamburguesas" de nombre clánico escocés (o no?), pero siguen invadiéndonos otras modas que además hoy día utilizan todas las posibilidades tecnológicas para extender sus redes más allá de lo deseado. En estos momentos oscuros, triunfa la pastelería policromada, el ceviche peruano, la hamburguesa de 15€ y los locales de diseño donde pagas la reforma y no la comida. Cuestión de tiempos y de actitud.<br />
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No sabe el consumidor cuál será la próxima tendencia. No sabe ni tan siquiera cuándo acabarán las actuales y ni tan solo si realmente se han consolidado antes de morir y dejar paso a una nueva. Lo efímero no es patrimonio de The Loaf y nos estamos acostumbrando a ello. Lo que ayer fue, hoy no es y mañana no lo recordará nadie. ¿Pero por qué? Imagino que porque los emprendedores buscan su espacio y buscan diferenciarse del resto de la manada, para luego una vez ser líderes ser copiados por otros emprendedores menos imaginativos. Y se crean burbujas y sobreofertas. La demanda decrece y se practica la selección natural donde triunfa no el más fuerte si no el más inteligente o preparado para sobrevivir. Eso quiere decir que en demasiados casos el mejor muere y el que destina más recursos a promoción y presencia mediática pervive. Son opciones. No lo vamos a criticar aquí. Cada uno juega las cartas que tiene y al final los que eligen son ustedes y sólo ustedes y nosotros.<br />
<br />
En todo caso, la situación que se nos presenta en la que podemos y tenemos tan vasta oferta a elegir no es negativa per se. Libertad para elegir y para encumbrar a unos o dejar morir a otros. Seguir o no seguir las tendencias o modas es un dilema shakespeariano de poca solución si otras personas más preparadas no nos han dado la misma. Lo que realmente molesta es percibir cómo nos dirigen o nos hacen creer patrañas para hacernos ver que si no sigues esa moda, no te estás enterando de nada. Y no debería ser así.<br />
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Confieso haber seguido varias de esas modas que critico ahora, por gusto primigenio o por querer investigar de qué estábamos hablando, pero lo que me molesta es el proselitismo y la propaganda gratuita, y sobre todo qué nos tomen por lelos y proliferen copias lowcost de productos que podrían tener gracia por sí mismos, pero que se desvirtuan por el hecho de salir en el momento en el que tienen que salir sí o sí.<br />
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Larga vida a la tradición y a las novedades con sentido. Muera la dictadura de la inmediatez y lo impuesto.David B.http://www.blogger.com/profile/17669305930096135996noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3782719365355193666.post-73341298476134622262013-01-22T19:02:00.000+01:002013-01-22T19:02:01.422+01:00El índice Big Mac que habita en nosotros.<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">El índice Big Mac ha sido utilizado tradicionalmente para comparar mediante este producto de alcance planetario las desigualdades económicas, de riqueza de países diferentes o </span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">la relación entre sus monedas, </span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">alrededor del globo. Lo que cuesta unos 4$ en los USA, qué puede llegar a costar en Francia, la India o Japón. Con esta medida unitaria, se pretendían establecer comparaciones sobre el coste de vida en esos países y la relación entre sus riquezas nacionales.</span><br />
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<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Puede ser un elemento de ayuda en la búsqueda de esos datos, partiendo de la base x que sería el precio en los Estados Unidos y comparando con el precio en otros estados en el mundo. Es un tema apasionante, y por lo mismo no lo vamos a tocar ahora en este artículo. Sólo les diré que al parecer en el último año y según los últimos datos, el Big Mac en Europa (zona € imagino) es alrededor de un 30% más caro que en la tierra de la Libertad. Eso explica el por qué de nuestras dificultades de exportación al tener una moneda más cara, etc. Hasta aquí.</span><br />
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<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Este artículo de opinión, puro y duro va en otra dirección. Pretende denunciar el malgasto de recursos en ese tipo de artículo como es el Big Mac y que en el fondo y de forma no tan difícil de apreciar está destrozando economías familiares y condiciones de salud de sus miembros sin que se den </span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">ni tan siquiera </span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">cuenta. De ahí mi Índice Big Mac. De lo que podríamos llegar a comprar al precio patrón Oro que pagamos por el mismo.</span><br />
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<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">El fast food se basa en tres premisas que son a todas luces y en mi opinión, falsas en sí mismas:</span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">1. Es rápida. Vayan ustedes cuando no haya nadie en el local y pidan algo que no esté manufacturado hace unas horas. Recuerdo cómo perdía mis 30 minutos de break en un trabajo de juventud esperando mi rancho en diversos locales "rápidos".</span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">2. Es comida. Esto se contesta solo. Es un sucedáneo de comida. No seamos necios. Nadie da duros a 1 céntimo. Es plástico.</span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">3. Es barato. Y aquí la razón de mi tesis expuesta a partir de ahora.</span><br />
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<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">El fast food no es barato, y el menú Big Mac como tantos otros similares no deja de ser un timo que se paga a un precio muy superior al que debería. Por tanto, la premisa no se cumple y su razón de ser dejaría de tener sentido, pero la manipulación hace que todo el mundo vea como algo barato una cosa que no lo es.</span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Cuando pides un Big Mac en un McDonald's (tienen todo el derecho y yo he consumido muchos a lo largo de los años) no pagas menos de 7€ por un pack en el que te acompañan una coca cola fruto de un jarabe viscoso que viene en una bolsa, unido a agua carbonatada de una máquina independiente de la que sale muy fresquita*, además de unas patatas que son congeladas y que provienen de alimentos procesados, grasos y llenos de aditivos y sabores añadidos varios. Así, casi nunca compran una hamburguesa sólo, sino el menú completo, al que añaden después alguna oferta de 1€ que venden como una ganga como si su precio real tuviese que ser más caro de lo pagado. Resumiendo, si no se comen un postre, la "cómida rápida" les va a salir por cerca de 8€. Si se comen un postre, menos de 10, casi imposible.</span><br />
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<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">¿Es barato? Puede ser si así lo consideran. ¿Sale barato? NO rotundamente. Por ese mismo precio, y simplemente si realizan una búsqueda algo más exhaustiva por lugares alejados a salas de cine o centros comerciales, van a encontrar alimentos mucho más saludables y beneficiosos para ustedes. </span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">De verdad que por 10€ pueden comer bien. Créanlo y dejen de recitar ese manido mantra acerca de lo bien que sale para el bolsillo comer "aquello". </span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Sin pensarlo mucho: 5 pintxos de Taktika Berri, 8€. Hamburguesa de Coure, 9€, Arroz de Pals de Norte, 8€. Menú Topik con dos platos y postre, 12€. Plato del día y bebida en Il Magazzino, 9.5€. Huevos estrellados en La Bodegueta, 8€, pan incluido. Callos en La Esquinica, 7€. Y así hasta el infinito. <br />La gracia de todo esto es que estos restaurantes conviven en el mismo barrio o incluso en las mismas calles con esos locales de presunta comida rápida y barata. Y encuentras más gente en estos segundos que en los que relato al principio. Y la culpa, creo, es del estigma injusto de restaurante es igual a caro y fast food es igual a barato. Y niños comiendo plástico. Y padres que no se complican y los llevan donde les regalan un juguetito que se va a romper en unas pocas horas. Y todos contentos, mientras saturan sus venas y hacen ricas a cadenas de "comida" que no merecen ni esa riqueza ni ese nombre.</span><br />
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<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Todos somos libres y pueden hacer lo que les dé la gana. Pero si piensan acerca de lo que aquí he descrito y escrito, verán que no voy muy desencaminado y que todos conocemos lugares donde comer algo por 10€ y que no sea de una muy baja calidad alarmante. Háganse ese favor y empiecen a buscar alternativas. El índice Big Mac lo debería construir cada uno, pensando acerca de dónde puede invertir sus 10€ y que no vayan a atentar contra uno mismo o sus seres queridos.</span><br />
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<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: x-small;">*La Coca Cola o refresco análogo que consumen en cualquier establecimiento de comida rápida, no es Coca Cola al uso. Es decir, no hay un tanque de la bebida y unas tuberías que lleven al grifo que vemos cuando llenan nuestro vaso. No. Por un lado, una BIB (bag in box) de jarabe viscoso de la bebida en cuestión y por otro, el agua carbonatada. Se juntan las tuberías y aparece la bebida. Pero al parecer para que la bebida pueda ser comercializada con ese nombre por el que están pagando, a esa mezcla de jarabe más agua con gas hay que añadirle una parte de cerca del 30% de hielo. Así, la bebida resultante parece más lo que debería ser y la marca no puede ser denunciada legalmente porque la fórmula es lo más parecida a la original. En definitiva, poco menos que una guarrada adictiva.</span>David B.http://www.blogger.com/profile/17669305930096135996noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-3782719365355193666.post-64510150499860205752013-01-18T17:15:00.000+01:002013-01-18T17:15:59.240+01:00Me lo llevo, no me mire así.<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Existen costumbres alrededor del mundo que nos pueden parecer curiosas, una locura o directamente incomprensibles. Existen también aunque no lo creamos, lugares donde se hacen cosas que incluso podríamos llegar a copiar, sin ningún tipo de remordimiento o sentimiento de inferioridad latente. No pasa nada por reconocer que a veces nos comportamos como snobs o nuevos ricos en su versión más elitista, y, de hecho, casi todos lo hemos hecho alguna vez. De hecho, si no fuera por mis privilegiados contactos con gentes de otras latitudes y/o continentes, no estaría ahora mismo presentándoles este articulo, ya que mi bagaje cultural patrio no es especialmente receptivo a esto que les presento hoy.</span><br />
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<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Hay que pedir para llevar la comida que nos sobra en los restaurantes. </span><br />
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<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Imagino que por culpa de esa malinterpretada pretensión de querer ser clase media lo más alta posible lo que hemos ido aceptando como socialmente adecuado eran aquellos tics de señoritos burgueses con bigote decimonónico que impedían o hacían impensable, entre otras cosas, pedir que te pusieran para llevar aquello que te había sobrado al final de una cena. Pero esas ínfulas ya acabaron o deberían haber acabado. La realidad nos pone en nuestro sitio y no creo que ni tan siquiera esa clase acomodada piense ya en esos términos. </span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Es difícil precisar el por qué nos incomoda ese hecho o el por qué en este país no se hace de forma natural lo que en otros es norma o está normalizado. Tal vez el haber sido un país empobrecido durante tanto tiempo y el haber pasado hambre durante demasidos siglos hizo que en este país al mejorar las condiciones económicas las últimas décadas hubiese una reacción contra lo que podríamos llamar el "ser pobre". Ya no lo éramos, así que no queríamos parecerlo. Pero es una cuestión casi psiquiátrica que escapa al blog.</span><br />
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<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Ante esta situación compleja siempre hubo diferentes alternativas. No todo el mundo se comportó como un nuevo rico ni renegó de su naturaleza, y seguramente muchísima gente continuó sin despilfarrar la comida o no vio nunca a esa comida como algo desechable. Todos, y no lo dudo un momento, hemos visto en algún momento de nuestras vidas a nuestras madres o abuelas (en femenino por su condición de mujeres responsables de casa) tirando a la basura una cantidad de comida más o menos ingente simplemente por el hecho de que no se había terminado un plato determinadao o alguien se la había dejado porque sí. ¿No?</span><br />
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<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Esa es la clave de vuelta. Nuestra cultura gastronómica que fue y donde casi todo se aprovechaba, dejó de ser en algún momento y empezamos a comportarnos como gente a la que le sobra todo. Y evidentemente en ese punto, ¿quién iba a ser el cutre de pedir la comida que sobra en el restaurante?</span><br />
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<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Según los últimos datos que pueden encontrar a poco que busquen por ahí, lanzamos cada año y por persona alrededor de 80 kilos de comida a la basura. Hay que trabajar en concienciar a la población. No estamos ni nunca estaremos en una posición que justifique el desperdicio de alimentos teniendo en cuenta el mundo mal repartido (conscientemente) en el que vivimos. La educación es básica, para todo y para esto.</span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Pero un aspecto que no tenemos tan en cuenta es el desperdicio que cometemos nosotros mismos sin darnos cuenta en esos restaurantes. No se pueden tolerar las miles de toneladas de alimentos que se malgastan en locales de todo tipo en este país. Sea por su negligencia o por la nuestra. Sobre la suya poco podemos hacer, pero la nuestra es nuestra y por lo tanto remediable.</span><br />
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<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Hay que fomentar desde este mismo momento una campaña por el fin del desperdicio de alimentos. No tengan vergüenza, pidan lo que es suyo. Ese magret, unos macarrones, aquel trozo de pizza, ese risotto maravilloso que has pedido tras unos entrantes espectaculares y que no te puedes comer, etc. No tengan vergüenza, convirtamos esto en una tendencia. Despójense de sus temores y de esa pacata moralidad que les dice que eso no se hace, que queda muy mal y es de pobres. No sé lo que serán ustedes, pero seguramente seamos más pobres que otra cosa, no tengamos problema en reconocerlo si es eso lo que alguien nos pide a cambio. Yo no creo que sea propio de nadie ni de ninguna clase social porque esto no es ni caridad ni limosna, es tu comida, la has pagado y es tuya. Te la vas a comer donde quieras si no has podido terminarla en el restaurante. Para cenar o para hacer croquetas el día siguiente. Da igual, llévatelo, ahorra, no desperdicies, no seamos idiotas en pos de una superioridad moral que no existe. Esto se hace en todos los sitios del mundo y en algunos es norma general, sin miedo, sin problema y sin que te miren mal.<br />Hagámoslo por nosotros, por ellos y por todo el mundo. Sensibilidad, por favor. </span><br />
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<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Lo que cutre es tirarlo todo a la basura. O ir a un buffet libre y ponerte kilos de comida en varios platos para no poder acabártela y que acabe en el vertedero. Así no.</span>David B.http://www.blogger.com/profile/17669305930096135996noreply@blogger.com5