24 de diciembre de 2013

En nombre del espectáculo y la libertad. Que les aproveche.

En nombre de la libertad se cometen atropellos indignos del nivel volver a la Edad Media en leyes como la del aborto. Una libertad esgrimida por cavernícolas que creen engañar a unos pocos de los suyos y alterar al resto que no es imbécil.
En el caso de la sacrosanta televisión suele pasar muchas veces lo mismo. Se infecta con porquería toda la parrilla en nombre de la libertad de elección como si no hubiese ninguna responsabilidad en ello. Aquí nunca nadie es responsable, el mercado dicta las leyes y tú eliges qué hacer. Ficticia sensación de democracia o algo parecido, pero como cantaba Bruce Springsteen, 40 canales y no ponen una puta mierda. Yo no diría tanto, pero casi. 

Que la vida es un show, que todo es un espectáculo y esas memeces ya lo sabemos de sobra y no voy a entrar a analizar eso. Que los programas de cocina en la TV son realities en los que la cocina es una mera excusa que podría ser intercambiada por fontaneros sin ningún problema también lo sabemos y ya no vale la pena luchar por ello. Pero lo de hoy es otra vuelta de tuerca al tema. Se acaba de estrenar MASTERCHEF JUNIOR. Qué bonito a priori.

Miren, un programa de niños para que sepan o muestren como cocinan o aprendan, me parece muy bien. Lo de anoche es de Juzgado de Guardia y de intervención de alguna autoridad si la hubiere en este país que ya no sé cuál es. Puro exhibicionismo del sufrimiento infantil y recreación en el mismo. No me vale que hayan estado dos horas antes mostrando unos valores determinados para que al final vayamos a recrearnos en el dolor y las lágrimas de unos pobres niños de 10 años. No, no y no. Si me quieres vender la moto del talent show, eso lo cortas o lo editas para que no salga así. Pero no, lo haces, lo muestras y te recreas. Eso no es de ser buena gente, pero tampoco voy a insultarles mucho más, ustedes mismos, son libres de dar apoyo a programas que causan este dolor en algunos niños. Pero conmigo que no cuenten. Del talent show al reality hay un paso, ¿pero con niños? ¿Es necesario? Los mismos que atacan a los americanos por casi todo luego los ponen de coartada cuando les interesa "es que allí también hay una edición con niños y no pasa nada". También pueden comprar armas en el súper pero eso no interesa decirlo. Cada país será como será y a mi me toca tragarme lo de aquí y hay cosas por las que no paso. Y hacer llorar a niños sometiéndolos a enfrentarse a un jurado como los mayores, pues es una hijoputada de alto calibre. Pero debo ser yo que trabajo con jóvenes el que tenga la piel muy final Ustedes pueden seguir riéndole las gracias a todos esos grandes chefs que se prestan a estas mamarrachadas impropias. Si es con mayores de edad, las víctimas sabrán. Pero con niños, es para denunciar a unos pocos.

Todo eso teniendo claro que los padres tienen su parte de responsabilidad, enviando a sus naves a luchar contra los elementos carroñeros de la TV. Ahora saldrá alguno que dirá que no le gustó lo que pasó y todo eso. Claro. Pues estás comercializando con el dolor de tu hijo con la esperanza de que te haga rico, no jodamos. Aquí todo el mundo sabe a lo que va. Tú, como padre/madre, deberías saber a qué estás dispuesto. Que los niños tienen que llevarse disgustos en la vida es obvio. Pero no hace falta que otros vendan ese dolor íntimo. 
Lo que no entiendo es que se llegue a defender el formato con el argumento de que "otros niños en el mundo están peor y habría que fijarse más en ellos y no en estos". Eso pasó anoche también. Una gran noche para la infamia. Como dije, podríamos pensar en hacer programas con niños en los que les tiramos piedras y luego decir que en otros sitios están peor porque hay guerras. Menudo argumento cutre. Si ése es el nivel, no hay más que decir, sigan viendo como cocinan unos chavales para poder meterles luego un palo y se pongan a llorar y crear empatía y decir "qué monos los niños". Desalmados.

Por otra parte y para acabar, un par de apuntes más sobre el formato. El primero, el horario. Un programa con niños, supuestamente para niños y que acaba a la 1 de la madrugada. Todo muy lógico. En la lógica Campofrío preconstitucional del carácter español. Tremendo. Ni que sean vacaciones para ellos. El programa va a tener al menos dos ediciones fuera de estos días de asueto. ¿Se va a pasar a horario de sábado por la tarde? Un aplauso para los programas familiares que inculcan buenos hábitos a los niños entre las 22:30 y la 1 am. Seguro que los niños se van a hartar de hablar del programa en el patio del colegio, claro que sí. Ya pasaba cuando el Conciertazo era un fenómeno. Hordas de niños peleándose por si se era más de Verdi o de Wagner. Algunos no han pisado un patio de colegio hace décadas y se nota.
Y segundo, sobre buenos hábitos y modelos positivos, invitar a Mario Vaquerizo es un total acierto para que los niños se vuelvan gilipollas del todo. Luego algunos se extrañará lo que vende Belén Esteban y las colas en sus firmas de libros. Esta puta cultura Mediaset-MTV que todo lo inunda y todo lo arrasa. Referentes infantiles como Mario Vaquerizo que no tiene ni idea de comer y que da la impresión (no puedo asegurarlo) que vaya borracho todo el día a base de cervezas. Una gran persona, seguro que sí, pero no. Alaska en los 80, vale. Él, no vale.

Y así van pasando los años. Niños carne de reality que alternan con gente como Mario Vaquerizo en un programa de cocina (!!!) a las tantas de la madrugada. Pero son libres y pueden verlo. Yo por si acaso voy a pasar. Porque tengo cierta conciencia y una piel muy fina y porque no me hace falta pelotear a todos los chefs del país y decirles lo bien que lo hacen todo. 
Ahí se quedan con su libertad y que les cundan estas lágrimas, como espectadores, padres o lo que quieran. (Siempre pueden pensar que en Siria hay niños que lo pasan peor y no tener mala conciencia porque esto es un show)


2 comentarios:

  1. de juzgado de guardia oiga, y a los padres... de los padres mejor no hablar

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  2. Los padres a ver si el niño o niña los retira. Carne de cañón. Venga ya.

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