19 de febrero de 2013

El trabajo que se enreda.

Imagino que ser Community Manager de un local de restauración debe ser un trabajo árduo. Duro como cualquier otro y en el que seguramente y como en todas las demás profesiones en el mundo nos vamos a encontrar con gente que hace un gran trabajo y otros que realizan un trabajo. No conozco ese mundo y sólo presencio el espectáculo desde lejos, a nivel usuario y a nivel espectador en las redes. Comunicar es complicado y no todo el mundo ha sido llamado para ello. Para muestra este blog.

El trabajo del CM debe ser, interpreto, la captación y la fidelización de una clientela a la que se le ofrece desde las diferentes redes sociales un flujo de información, eventos, publicidad, y un largo etcétera de ítems que nos pueden interesar en mayor o menor medida. Pero es difícil elegir el qué y el cómo se comunica todo esto. Al final lo que interesa e importa es que la gente se acerque a tu local.

Mi corta experiencia en este mundillo me ha permitido conocer virtualmente a CM de todo tipo, algunos muy lúcidos y otros en días mejorables. Para ir al grano, muchos restaurantes no saben qué hacer con su comunicación. Por suerte, otros muchos sí que lo tienen claro y se nota.

En el camino virtual puedes encontrarte con diferentes tipos de CM.

- El primer grupo es el que comunica con sentido. Actividad constante pero sin agobiar, información sobre la marca, sobre eventos en el local, ofertas, nuevos elementos a tener en cuenta en el negocio, fotos, artículos que pueden interesar a tu público, etc.

- El segundo grupo tiene un pequeño problema. Retuitea sin parar las experiencias, positivas siempre, de la gente que va a su local y puede llegar a cansar. Más incluso si estás esperando a que X personaje del mundillo te visite y esté exclamando a cada plato y varias ocasiones por minuto lo bueno que está todo, lo bonito que es el local y las excelencias del huevo frito que se está comiendo. Generas un feedback negativo porque a mi parecer, cansa. Digno del unfollow. No explica nada más de su local...tuitea poco, ¿y cuando lo hace es para eso? Además se suele dar la circunstancia de que son los restaurantes que menos críticas aceptan, dejando sin contestar las quejas de los clientes y jamás haciendo publicidad de los puntos negativos que la gente les comenta. Al menos podrían aprender de las sugerencias.

- El tercer grupo es el de los locales que no dicen nada. Que abandonan la comunicación antes de iniciarla. Se dan de alta en Facebook o Twitter y luego la nada. No entiendo esa política, simplemente. Y existe.

En otro aspecto relacionado, existe también el CM que se obsesiona con los comentarios sobre su local y puede llegar a mutar en el CM Stalker (acosador). Intuyo que también porque es el propietario del negocio. Sin malicia, no significa que te persiga, pero está muy atento a cualquier cosa que se comente en los mundos binarios y si eres alguien con una cierta influencia, (incluso mínima), va a intentar que cambies de opinión, normalmente invitándote a que vayas a su negocio otra vez (invitado o no) y que valores de nuevo. Supongo que espera que si cambias de opinión luego lo hagas público también. Otra cosa es si una visita preparada es indicativa o sirve para comparar una visita no avisada ni preparada. Son métodos. Lo interesante es que si realmente es honesto y se aviene a comentar contigo los detalles de lo acontecido en aquella visita que no te gustó y puede llegar a dejarse influir por lo que dices para mejorar en esa atención que ofrece al cliente, pues es positivo también. No quiere decir que tú como blogger, por ejemplo, vayas a ir ahora de asesor o de Gordon Ramsay, lo haces como cliente. Y si a ellos no les hacen mucho caso, pero a ti te escuchan, aprovecha y habla. Influye de verdad.

Son difíciles tiempos los que vivimos y todo el mundo debe jugar sus cartas de forma adecuada. Y eso significa adecuadas y precisas. La competencia es letal y tienes que ofrecer algo que te pueda diferenciar, pero hay que trabajárselo. Es muy duro y no sirve cualquier cosa. Y para que les quede claro a los propietarios de los restaurantes también, no existen los milagros. No hay CM milagrosos que te van a llenar el local de un día para otro.
Es un trabajo a medio-largo plazo como mínimo y es muy duro. Hay que tenerlo en cuenta, no vayan con el cuento de la lechera que es un argumento muy pobre.

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